Tocó en el teatro San Martín más de una vez, en especial, cuando integró el jurado del I y del II Concurso Internacional de PIano (2019), que él mentó y coorganizó. Cinco años después Goran Filipec está de vuelta, con varios logros en su carrera, porque además de su activa agenda de conciertos ha editado tres discos y tiene en proceso uno más.

Esta vez el destacado pianista croata será el protagonista excluyente, en el recital que ofrecerá hoy a las 20 en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601) con obras de Frédéric Chopin y Franz Liszt.

Desde el Consulado de Croacia y desde la Universidad San Pablo-T, en el marco del Octubre Tecnológico, Catalina Lonac invitó al pianista.

El otro contexto que convoca es que el evento es parte de las actividades que celebran del primer año de gestión de la intendenta Rosanna Chahla. al frente de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

Por su parte el Ente Cultural Tucumán organiza el evento, con entrada libre y gratuita. Las entradas se podrán retirar en la boletería del teatro hoy, de 10 a 12 y de 17 a 21.

Filipec habló brevemente con LA GACETA antes de un ensayo.

- ¿Por qué Chopin y Liszt esenciales en tu repertorio -de hecho es la música de tus últimos discos-?

- Porque el repertorio romántioco es el que elegí desde siempre y Liszt fue el campo de mi especialización pianística. Y después Chopin, porque es claramente el segundo compositor que contribuyó al desarrollo del pianismo romántico del siglo XIX después de Liszt. Por ello es natural asociar de alguna manera esos dos compositores, que además han sido amigos, que han compuesto muchísimo en el mismo período y en el mismo espacio geográfico.

Tormenta e ímpetu romántico según Frédéric Chopin

- ¿Cómo se arma el programa que abordarás hoy?

- Tendremos una Balada de Chopin, la tercera, y la Fantasía del mismo autor. Ambas piezas serán precedidas por dos preludios de Chopin. Hoy en día estamos acostumbrados a escuchar los preludios como un ciclo de 24 piezas, pero Chopin nunca pensó en los preludios como un ciclo. Él mismo los tocaba como piezas que servían para introducir otras. En sus programas de concierto, como el de Glasgow, por ejemplo, y en su último concierto en París vemos que tocaba un preludio y una balada, o un preludio y un scherzo, cosas así. O a veces también tocaba cuatro o cinco preludios agrupados, pero nunca los tocó en forma de ciclo, como se estila ahora. Yo intento reconstruir un poco esta práctica, según la del propio compositor: la de preludiar, es decir introducir una obra mayor. Voy a tocar el Preludio en La bemol mayor antes de la Balada en La mayor y el Preludio en Fa menor antes de la Fantasía en Fa menor. Eso sería la parte de Chopin. Además son obras que acabo de grabar junto con otras hace un par de meses y van a editarse en 2025. Con respecto a Liszt son tres obras: la Balada y el Mephisto Valse N° 1, son inspiradas en obras literarias (Lenore de G. A. Bürger y de Mephisto, la escena de la danza en la posada). El concierto acaba con la Tarantella di Bravura, que en realidad es un extracto de la ópera La Muette de Portici, y una tarantela que Liszt arregló para piano, una obra brillante para el instrumento.

- ¿Qué te trajo a la Argentina?

- Lo primero que me trajo a Argentina fue este proyecto en Tucumán. Después aparecieron otros conciertos, cuando mis amigos se enteraron de que venía. Me han propuesto conciertos en La Plata en el Teatro Argentino el 9, el 13 tocaré en la Fundación Chopiniana, y daré un par de conciertos privados.