Uno de los mayores presupuestos sobre los rellenos de ácido hialurónico es que se disuelven con el tiempo y simplemente llega el momento de aplicarlos de nuevo. Aunque es cierto que parte de la sustancia se absorbe y es eliminada por el cuerpo, estudios recientes ponen en duda que se disuelva completamente. 

La mayoría de las personas que elige inyectarse esta sustancia da por hecho que debe realizarse retoques cada seis meses, y si se googlea la pregunta “¿con qué frecuencia debo retocar mis rellenos?”, la mayoría de los resultados de clínicas y doctores certificados sugieren un intervalo de seis a doce meses para mantener los resultados.

“Recomendamos a los pacientes retoques cada 6 a 9 meses para mantener los resultados completos, aunque algunos pacientes están satisfechos con retoques cada 9 a 12 meses”, dice el médico y cirujano plástico Henry F. Garazo en el sitio web de su clínica estética en Maryland, Estados Unidos. Además, algunos médicos afirman que incluso deberían retocarse cada 4 a 6 meses para asegurar que se obtengan los resultados deseados, según el médico José Barrera de Texas, quien señala en su sitio web que este es "el modo más seguro y fiable para lograr los resultados que buscas con tus rellenos".

La popularidad de estos procedimientos estéticos creció a gran escala en los últimos años. De hecho, hoy en día son los tratamientos cosméticos no quirúrgicos más comunes en el mundo, y se espera que su demanda crezca el 15,4% hacia 2030. Sin embargo, investigaciones recientes están arrojando una luz distinta sobre estos procedimientos: el ácido hialurónico puede no disolverse como se creía y esto trae consigo consecuencias desconocidas.

Un nuevo enfoque: el doctor que dejó de aplicar rellenos

El cirujano plástico Spero Theodorou contó en un artículo de opinión para el Irish Examiner sus preocupaciones sobre los rellenos de ácido hialurónico. Tras años de práctica, decidió dejar de aplicar rellenos en su clínica, incluso con pacientes que buscaban resultados sutiles. Su decisión fue motivada por investigaciones que indican que, sin importar la habilidad del profesional, el ácido hialurónico puede bloquear los canales linfáticos del rostro. Este bloqueo impide que el sistema inmunológico funcione correctamente en el área afectada, ya que los canales linfáticos son fundamentales para drenar toxinas y desechos, y ayudar al cuerpo a combatir enfermedades.

Este estudio, que se presentó en la conferencia científica anual de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos, demostró que el relleno, en lugar de disolverse, puede quedar atrapado en los tejidos faciales. Con la ayuda de una cámara especial, Theodorou y su equipo inyectaron un tinte que rastrearon en los canales linfáticos de 50 mujeres con rellenos en sus rostros. Los hallazgos revelaron que el tinte permanecía acumulado en áreas específicas, como las mejillas y debajo de los ojos, una semana después de la inyección, cuando en condiciones normales, el sistema linfático debería haberlo eliminado casi de inmediato.

Para Theodorou, esta evidencia fue suficiente para replantearse la ética detrás de estos procedimientos. “No puedo, en buena fe, ofrecer estos rellenos a mis pacientes sabiendo lo que vi,” afirmó.

¿Por qué no se disuelve el ácido hialurónico?

Wendy Ouriel, bióloga celular estadounidense, explicó en un artículo de la clínica Oumere que, para que el ácido hialurónico se disuelva en el cuerpo es necesario un suministro constante de hialuronidasa, una enzima que descompone esta sustancia. El problema es que el cuerpo humano no produce esta enzima de manera constante, ya que una producción continua podría comprometer otras estructuras y órganos.

El ácido hialurónico es un componente fundamental que el cuerpo produce de manera natural. Su presencia ayuda a que el cartílago sea resistente, permite el movimiento de células musculares y repara la piel de daños. Sin embargo, cuando se introduce en el cuerpo como relleno, este no recibe una cantidad suficiente de hialuronidasa para descomponerlo completamente. Como resultado, puede quedar atrapado en los tejidos, generando una apariencia hinchada o “acolchonada” en las zonas donde se aplica, y en casos más graves, causar bloqueos que comprometen el sistema linfático en esas áreas.

Los rellenos pueden durar hasta 10 años en el cuerpo

Recientes hallazgos de resonancias magnéticas han puesto en duda la idea de que los rellenos de ácido hialurónico se disuelven por completo en un año. Según Gavin Chan, un médico en Australia, quien observó que los rellenos de algunos pacientes aún estaban presentes hasta una década después de ser inyectados, las resonancias magnéticas confirmaron que el ácido hialurónico puede mantenerse en el cuerpo por más tiempo de lo esperado, sobre todo en áreas como la zona de los ojos. Sus conclusiones fueron compartidas en un video de YouTube de la clínica Victorian Cosmetic Institute.

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