¿Quién ocupa la casilla del medio? El interrogante se plantea a partir de las batallas internas que se están librando dentro del Partido Justicialista. El fin de semana ha sido de encolumnamientos en una fuerza que tiene a Juan Manzur como presidente del distrito pero que, hasta el momento, no ha dado señales de conducción. Sólo se ha mostrado al lado de Cristina Fernández de Kirchner en la puja electoral que la ex vicepresidente de la Nación contra el gobernador riojano Ricardo Quintela en el proceso de normalización de un partido que no encuentra el rumbo y que ha sucumbido ante las “fuerzas del cielo”. Osvaldo Jaldo es el vicepresidente del PJ tucumano. Pero el “Día de la Lealtad” lo encontró en Bella Vista siendo el orador principal de un acto caro a los sentimientos peronistas. El gobernador se apoya en su imagen ante la sociedad que, a través de su rol dialoguista con la Casa Rosada y con gestión, han marcado un antes y un después respecto de su antecesor. Esa presencia del Estado mantiene al tranqueño en la consideración pública.

Estrategias en la interna del PJ: qué ganan y qué pierden Jaldo y Manzur

Jaldo se anticipó a la motosierra del libertario Javier Milei y eso le ha dado cierta independencia respecto de la manera en cómo se encaró el ajuste en la Argentina. El mandatario provincial recortó el gasto político y disminuyó áreas con el fin de restarle burocracia a un Estado elefantiásico en el que ese tipo de acciones resultan poco ante tantos años de falta de acciones de fondo. Naturalmente que eso produce heridas que, hasta ahora no cerraron. Una franja del peronismo no se siente identificado con el gobernador, menos por su estrecho vínculo institucional con Milei. Jaldo no reniega de ese acercamiento. Por el contrario lo fortalece, bajo el argumento que el tránsito en los próximos tres años seguirá siendo con un signo político diferente al de la provincia.

Karina Milei dio fe de la cordialidad del gobernador tucumano. La secretaria general de la Presidencia y hermana del jefe de Estado se llevó una buena impresión de la provincia a partir del acto realizado por La Libertad Avanza en esta ciudad. Esa fuerza está cada vez más cerca de contar con los avales para constituirse definitivamente como una opción electoral para los comicios de medio turno del año que viene. Karina no quiso entrar a la VIP del aeropuerto Teniente Benjamín Matienzo. Optó por quedarse en los pasillos para abordar el avión de línea comercial que la trasladó a ella y al vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, hacia Buenos Aires. Una hora antes, ambos desayunaron con Jaldo en el octavo piso del Sheraton Hotel. Del contenido de esa reunión poco se sabe. Ninguno quiso fotografías, por más que se anticipó que se trataba de una charla meramente institucional. Ella le agradeció, sin embargo, al tranqueño la hospitalidad que recibió la comitiva libertaria.

Jaldo venía de una semana movida, que arrancó en la Quinta Presidencial de Olivos con la cena que compartió con el jefe de Estado y algunos de sus pares de la región que apoyan las medidas instrumentadas por el Gobierno nacional. A los postres hubo momentos para el intercambio de impresiones políticas con un eje común: Cristina Fernández de Kirchner. El tucumano salió a diferenciarse de ella, tras las críticas veladas por su relación con el Gobierno nacional. Las esperaba y no escatimó en responderlas. Las dijo públicamente y hasta se ubicó del lado de Quintela. En la semana, Jaldo habló con los otros gobernadores que participaron de la cena con Milei. El salteño Gustavo Sáenz está también convencido que, en la renovación de autoridades del PJ nacional, Cristina no es la mejor opción. Curioso es el caso del catamarqueño Raúl Jalil, que se encuentra también en medio del fuego peronista.

¿Y el resto de los gobernadores? Se sabe que el bonaerense Axel Kicillof es uno de los impulsores de la postulación de Quintela, pero ahora mide sus acciones, más aún cuando la elección del 17 de noviembre se puso en dudas a partir de la falta de avales de la lista del riojano, según la junta electoral del PJ. El resto de los mandatarios que llegaron o se mantuvieron en el poder de la mano del peronismo mantuvieron “silenzio stampa”. Es una conducta de supervivencia, pero que también marca un distanciamiento con la ex mandataria y con La Cámpora.

Hay múltiples hipótesis respecto de la reconstrucción del armado justicialista. Todo dependerá del rol y función de Cristina para el año que viene, su sintonía con el principal distrito electoral de la Argentina mirando hacia 2027, y si ella tiene el poder de disciplinar a los gobernadores, plantea el consultor Christian Buttié. Si no hay unidad, ella interpela al peronismo de que es la mejor posicionada dentro de la estructura, con un tercio de votos que todavía la avalan como alternativa de conducción.

El avance de Cristina sobre Jaldo es cada vez mayor. Los dos senadores del Frente de Todos, Manzur y Sandra Mendoza, se pusieron al otro lado del muro del tranqueño. De hecho, Famaillá fue ayer el epicentro de la organización del espacio que acompañará a la ex presidenta de la Nación en la ahora eventual interna partidaria. La dirigencia reunida en ese municipio convocó a todos los peronistas a adherir a la lista que encabeza Cristina. “Las puertas están abiertas a aquellos que quieran a frenar este proyecto de destrucción que encabeza el presidente Milei, los que ya fracasaron con Mauricio Macri, que hoy gobiernan desde las sombras y que se traducen en el Veto a los jubilados, a los universitarios, las tarifas, el DNU, las privatizaciones y otras medidas en perjuicio de los argentinos como lo que nunca pasó en nuestro país como los ataques a la prensa para disciplinarla, las Fake News, y el ejército de trolls rentados por el Estado Nacional”, dice un documento que se esbozó tras ese encuentro.

Esos referentes, enfrentados o no contenidos por el jaldismo, creen que Manzur debería sentarse, desde los próximos días, en la principal oficina del edificio ubicado en Virgen de la Merced 157, sede del distrito local del PJ para conducir al movimiento. Entre mañana y pasado mañana puede alumbrar un pedido formal. Jaldo sabe de las reacciones en ese sentido y espera los resultados de las reuniones que se vienen realizando en distintos puntos de la provincia para prepararse, de ser necesario, para las internas. Frente a las reacciones contrarias a su pensamiento, puede ser que el mismo martes el mandatario supervise obras en Famaillá y divida las posturas del legislador José Orellana, uno de los impulsores de la “cumbre del Cabildo”, y del intendente Enrique Orellana, que lo recibiría y prepararía un acto político de bienvenida para el gobernador. No sería la primera vez que el jefe municipal actúa, de manera diferenciada, respecto de su hermano y de su cuñada, la senadora Sandra Mendoza. Por caso, Enrique llevó columnas de militantes al acto de Bella Vista, que tuvo como uno de sus principales organizadores al ministro del Interior, Darío Monteros.

Entre los kirchneristas se llegó a mencionar que, más allá del acompañamiento del jaldismo, la campaña de Quintela puede tener una ayuda de los libertarios.

Jaldo cumplirá un año de gestión el próximo martes. En los pasillos de la Casa de Gobierno se afirma que no habrá grandes festejos. Sucede que el Poder Ejecutivo sigue aplicando medidas de racionalización del gasto público. Esta semana que se inicia habrá otra novedad que también puede ser vital para afrontar el año electoral. Por regla constitucional, el Ejecutivo debe elevar a la Legislatura el proyecto de Presupuesto para 2025. Según trascendió, el nivel de erogaciones para el próximo ejercicio rondará los $ 3,2 billones, con un incremento del 111% por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), estimado entre un 125% a un 150%. La principal inquietud pasa no sólo por mejorar el nivel de ingresos, sino también por sostener el gasto en Personal, que se lleva aproximadamente el 50% del Presupuesto.

Jaldo evitó polemizar sobre las internas del PJ: "No tengo nada más que decir al respecto"

El ajuste no será el mismo que se observó desde noviembre del año pasado. Los años pares tienden a mitigar los efectos de las medidas consideradas impopulares. Jaldo se juega mucho en las elecciones del año que viene, por más que no figure en la lista de postulantes. El primer test electoral de su gestión gubernamental le confirmará si las encuestas que él le encarga al consultor Mario Nahuz son cercanas a la real percepción social de la administración de Gobierno. Jaldo está convencido de que enfrentarse a Cristina Fernández de Kirchner y al propio Manzur le ayudan a mejorar su perfil ante la sociedad, más allá que desde 1983 venga desempeñando distintos cargos públicos. La concreción de obras públicas pueden constituirse en su principal escudo político.

En definitiva, el oficialismo tendrá que librar varias batallas para llegar a 2025 con el oxígeno político necesario para imponer su lista o superar un proceso interno si es que elevan otras nóminas de postulantes. Tucumán ha sido, es y será un laboratorio de experimentos políticos que luego se replican en todo el país.