En octubre de 2022 la sonda DART de la NASA impactó al asteroide Dimorphos logrando desviarlo levemente de su órbita. Este experimento forma parte del proyecto Planetary Defence de la NASA que se inició en 2016, para detectar asteroides potencialmente peligrosos y buscar la forma de que no impacten contra la Tierra.

Dimorphos es un pequeño asteroide de 160 metros de diámetro, que gira alrededor de Didymos que tiene 780 metros. Este sistema se encuentra a 11 millones de kilómetros de la Tierra.

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El experimento fue exitoso porque logró impactar en un objeto tan pequeño a una distancia tan grande. La órbita se modificó y se observó una cantidad de polvo que se desprendió después del impacto. Se supone que se produjo un cráter. Se sigue observando al asteroide, porque es necesario saber su comportamiento después del impacto. Hay que conocer cómo es su trayectoria, si se fracturó o le pasó algo más. Para esto se usan telescopios y radiotelescopios en Tierra.

Los asteroides no emiten ningún tipo de radiación, solo reflejan la luz del Sol y no se puede ver su superficie desde la Tierra. Al observarlos, además de medir su trayectoria, se pueden sacar algunas conclusiones respecto a su forma y a los elementos químicos que hay en su superficie. Recientemente se publicó un trabajo en el que se muestra que Dimorphos, además de desviarse y perder algo de su material, cambió levemente su forma. También se cambió la dinámica del sistema. Esto significa que se vio afectado el movimiento de los dos asteroides, se modificó su órbita y su velocidad.

Recientemente la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó la nave HERA que se aproximará a Dimorphos para observarlo de cerca. Ella lleva dos pequeños satélites que con sus radares observaran su superficie. Con esto se espera tener un conocimiento más completo de las consecuencias del experimento.

El resultado fue exitoso porque se logró desviar al asteroide, pero también hubo resultados inesperados y muchas nuevas preguntas por responder. El hecho de que haya cambiado su forma, muestra que no se sabe todo sobre su composición. Sin dudas, desviar un asteroide no es tan simple como se piensa y experimentos como este pueden dar lugar a nuevas investigaciones.

China planea lanzar una nave para impactar en un asteroide de menor tamaño que Dimorphos, en 2025. Serían dos naves, una impactaría y la otra observaría el resultado del impacto.

Hay otros proyectos para proteger a la Tierra de impactos de asteroides, algunos muy complejos desde el punto de vista técnico y muy costosos. Quizás lo más complicado es poder predecir los resultados que pueden tener, ya que no deben existir riesgos para la Tierra.