A casi 44 años de la muerte de John Lennon, su viuda, Yoko Ono, realizó una impactante revelación en el nuevo libro del autor Elliot Mintz, amigo cercano y exvocero de la pareja. En su obra titulada We All Shine On: John, Yoko and Me, Ono comparte sus sentimientos de preocupación por la seguridad del ex-Beatle y sus esfuerzos por protegerlo, aunque admite que no pudo evitar su trágico destino.
Durante una conversación con Mintz, Ono confesó que era consciente del peligro que enfrentaba Lennon en Nueva York. En una entrevista posterior al asesinato, el autor le preguntó por qué ninguno de sus amigos tarotistas había podido anticipar la fatalidad que se avecinaba. “Si tus asesores son tan buenos, ¿por qué ninguno de ellos predijo lo que iba a pasar con John?”, le inquirió. La respuesta de Ono sorprendió: “¿Cómo sabes que no me advirtieron? Me dijeron que estaba en peligro en Nueva York”.
La lucha por la seguridad
Ono relató que, tras recibir estas advertencias, intentó garantizar la seguridad de Lennon. “Me dijeron que debía sacarlo de inmediato. Por eso lo mandé a Bermudas durante el verano, pero no podía mantenerlo alejado para siempre. Tenía que volver en algún momento”, explicó. La artista destacó que la libertad era una de las prioridades de Lennon. “Sabes cómo se sentía John respecto a su seguridad. Hablamos de esto cuando mataron a tu amigo (el actor Sal Mineo). John decía: ‘Si van a atraparte, te van a atrapar’. No importaba lo que mis asesores me dijeran, él no creía en los guardaespaldas”, comentó Ono.
La dura muerte de John Lennon
El 8 de diciembre de 1980, la vida de John Lennon fue brutalmente truncada frente al edificio Dakota, donde vivía en Nueva York. Ese día, un joven de 25 años llamado Mark David Chapman se acercó a él para pedirle que firmara una copia de su álbum Double Fantasy. Sin embargo, horas después, Chapman regresó al lugar y, tras un breve intercambio, disparó contra Lennon. Cuatro balas impactaron en su cuerpo, dos en el lado izquierdo de la espalda y otras dos en el hombro. El impacto fue devastador, y Lennon fue declarado muerto poco después en el hospital.