Fue el responsable de tratar a Sergio “Kun” Agüero después de haber sufrido una arritmia cardíaca. En su paso por Tucumán, el médico cardiólogo español Josep Brugada, se mostró preocupado por la cantidad de gente que se lanza a hacer ejercicios o deportes sin hacerse ningún tipo de estudios.
En el marco del Summit Internacional de Cardiología en Tucumán, el especialista dio una charla sobre muerte súbita, la cual afecta a uno de cada 1.000 habitantes. Hay más fallecimientos por esta causa que por accidentes de tránsito. Sin embargo, aún falta tomar conciencia sobre cómo prevenirla. Se tiende a pensar que son hechos fortuitos o inevitables, cuando en la mayoría de los casos constituye un evento final vinculado a problemas que se fueron desarrollando durante años en silencio o sin ser debidamente controlados.
Cirugía inédita: la operaron nueve horas para sacarle un tumor de células gigantesBrugada es un referente en el campo de la cardiología mundial. En 1992 descubrió una enfermedad cardíaca causante de la muerte súbita que lleva su nombre, ‘síndrome de Brugada’. Esta fue la entrevista con LA GACETA.
Josep Brugada, el médico que trató al "Kun" Agüero
- ¿Qué causa una muerte súbita y quién puede sufrirla?
- La muerte súbita, que puede tener su origen en una enfermedad genética o en el corazón. El 90% son de causa cardíaca. El corazón entra en una arritmia que llamamos fibrilación ventricular. Significa que ese corazón eléctricamente está caótico, y eso implica que el músculo cardíaco no puede bombear la sangre y entonces no llega oxígeno al cerebro. En ocho, 10, 12 segundos vamos a perder el conocimiento y si no hacemos nada y continúa la fibrilación ventricular en unos 10, 15 minutos nos vamos a morir.
- ¿Cuál es la causa principal de muerte súbita y qué incidencia tiene?
- En nuestro medio, el 60% o 65% de todas las muertes súbitas son causadas por un infarto agudo. Hay un 35% que son por otras enfermedades, muchas de ellas genéticas. Se calcula que la muerte súbita afecta a una de cada 1.000 personas. ¿Cuántos habitantes tiene Argentina? ¿47 millones? Pues, son 47.000 muertos cada año. Es muchísimo más que los accidentes de tránsito.
- ¿Quién puede sufrir una muerte súbita?
- Es cierto que cuando ocurre un caso de un deportista joven nos impacta, pero este no es el volumen mayor de afectados. La mayoría está en la población de entre 45 y 70 años.
- ¿Se pueden prevenir estos eventos?
- Una parte de las muertes súbitas son evitables incorporando hábitos de vida saludables. En otros casos, deberían mejorar los diagnósticos de los pacientes con riesgo. Si queremos prevenir la muerte súbita tenemos que prevenir el infarto. Y para prevenir el infarto hay que prevenir males como la esclerosis coronaria, colesterol, hipertensión, diabetes, tabaquismo y sedentarismo. También tenés personas que hacen deporte, que no fuman, pero que tiene por ejemplo un componente hereditario y deben cuidarse extremadamente porque a lo mejor cualquier pequeña alteración le va a provocar el infarto ¿Qué tenemos que hacer en estos pacientes? Identificarlos haciendo las pruebas correspondientes.
- ¿Falta concientización de la gente sobre la importancia de hacerse chequeos, especialmente antes de hacer deportes?
- Hay mucha gente que a los 40 le entra una locura que tiene que empezar a hacer un maratón y no lo había hecho nunca. Comienzan a entrenar como locos y resulta que a lo mejor su corazón no estaba preparado porque llevaba 20 años sin hacer nada. Hay que tener un cuidado. En general, los futbolistas están muy controlados, aunque no en todos los clubes. La mayoría de deportistas tienen poco control.
Josep Brugada, el médico que trató al "Kun" Agüero: "Si seguía jugando, corría riesgo su vida"
- Le tocó tratar al Kun Agüero después de haber sufrido una arritmia cardíaca. ¿Cómo llegaron a descubrir lo que tenía?
- Porque él tuvo una pérdida de conocimiento en un partido de fútbol. Luego de hacerle estudios, vimos lo que tenía. No puedo hablar mucho de la enfermedad por una cuestión de secreto profesional. Sólo puedo decir que si seguía jugando, corría riesgo su vida. Por eso se le aconsejó que dejara.
- ¿Los desfibriladores realmente salvan vidas?
- Sí. Siempre y cuando haya una red de desfibriladores públicos adecuada y si además esos desfibriladores no tienen limitaciones; es decir, que pueden ser usados por cualquier persona como un juguete sencillo. El desfibrilador debe estar en muchos sitios, igual que un extintor, para que si alguien pierde el conocimiento cualquier persona lo pueda utilizar para rescatarlo. Se ha demostrado que las ciudades cardioprotegidas salvan vidas bien, aunque no esté la gente instruida para usarlo. Lo único que se necesita es no tener miedo utilizar el desfibrilador, porque el aparato hace todo solo.
- Hay un síndrome que lleva su apellido, ¿de qué se trata y cómo lo descubrió?
- Lo descubrimos hace 30 años mientras estábamos investigando la muerte súbita. Había una buena parte de la gente que moría de esta manera por un tipo de enfermedad cardíaca, pero había un porcentaje que era inexplicable. Así descubrimos las enfermedades eléctricas del corazón. El corazón es una bomba que necesita un sistema eléctrico. Cuando no funciona bien, estamos ante un síndrome de Brugada: es un trastorno que afecta los canales eléctricos del corazón y que provoca que estos funcionen de forma inadecuada causando una arritmia que puede derivar en muerte súbita. Generalmente provoca la muerte súbita de gente relativamente joven con un corazón que aparenta ser normal pero eléctricamente es anormal. La buena noticia es que el electrocardiograma nos marca quién está con riesgo o no y que se puede tratar con un desfibrilador.
-Los males cardiovasculares hoy son la primera causa de muerte ¿qué nos está pasando?
- La población envejece, estamos cada vez más gordos, hay más hipertensión, hay personas que hace mucho más ejercicios pero otros no hacen nada. Todo esto provoca que la prevalencia de enfermedades cardiovasculares aumente.
- ¿Qué podría recomendarnos?
- No comprar números extras para tentar un evento cardíaco. Los números extras son fumar, no hacer ejercicio, comer mal, no controlarse y no hacer el tratamiento adecuado si tengo una enfermedad. También es importante ser feliz. Hay que volver a alimentarse como en las viejas épocas, con una dieta balanceada, con verduras, frutas, con comidas como las que hacían antes las madres, caseras y sanas. Desgraciadamente ya no tenemos tiempo para prepararnos eso.