A medida que se acercan los exámenes de fin de año, muchos estudiantes sienten el nerviosismo propio de esta clase de desenlaces. La alimentación puede verse afectada en momentos de estrés, pero mantener una dieta equilibrada es fundamental para incrementar el rendimiento. Además de esta recomendación, diez pautas pueden ayudar a sobrellevar esta etapa de la mejor manera.

Según un artículo del diario español La Vanguardia, los estudiantes deberían tratar su alimentación con la misma seriedad que un atleta profesional antes de una competición. “En su caso, la prueba es intelectual, y sus músculos son el cerebro”, explica la doctora nutricionista Magda Carlas, de la Clínica Eugin.

A menudo, los alumnos recurren a snacks poco nutritivos como chocolates, galletas y comida rápida, acompañados de bebidas energéticas o exceso de café. Tanto Carla como Mireia Cervera, también nutricionista, están de acuerdo en que estos alimentos tienen poca densidad nutricional, y suelen ser ricos en calorías vacías, azúcares y grasas no saludables.

Los consejos alimenticios para mejorar el rendimiento académico

Las expertas coinciden en que, aunque no hay alimentos mágicos, sí hay hábitos que pueden contribuir a un mejor rendimiento académico. Aquí van algunas recomendaciones:

1. Mantener la disciplina alimentaria: es clave no saltarse comidas. Desayunar, almorzar, merendar y cenar de manera regular asegura que el cuerpo reciba los nutrientes necesarios para funcionar de forma óptima.

2. Evitar picar entre comidas: limitar los refrigerios fuera de las comidas principales puede ayudar a mantener la concentración. Además, masticar chicle excesivamente no es recomendable, ya que activa el sistema digestivo sin aportar alimento.

3. Hidratación constante: beber suficiente agua es vital, especialmente en momentos de estrés, donde la sed puede incrementarse. Muchos estudiantes consumen alimentos salados y dulces, lo que hace aún más importante mantenerse hidratado.

4. Incluir alimentos benéficos: incorporar ingredientes de la dieta mediterránea, como pescado, huevos, frutos rojos y verduras de hojas verdes puede mejorar las capacidades cognitivas, aunque no se espera un efecto inmediato.

5. Evitar comidas pesadas: los alimentos grasos y procesados pueden dificultar la digestión y provocar somnolencia. Es preferible optar por preparaciones al vapor o al horno.

6. Elegir carbohidratos de absorción lenta: incluir alimentos como pasta, arroz o patatas en cada comida, junto con proteínas, ayuda a mantener la energía durante más tiempo.

7. Reducir el azúcar: los productos azucarados pueden generar picos de energía seguidos de caídas bruscas, afectando la concentración. Un consumo elevado de azúcar está relacionado con problemas de salud a largo plazo.

8. Descansar adecuadamente: dormir bien es esencial para el rendimiento cerebral. Cada persona tiene diferentes necesidades, pero es importante no depender en exceso de la cafeína para mantenerse alerta.

9. Snacks saludables: aunque es recomendable no picotear, un snack a media mañana y tarde puede ser beneficioso. Frutas, frutos secos y algunas opciones dulces con moderación son buenas elecciones.

10. Hacer pausas y ejercicio: Levantarse cada dos horas y realizar ejercicio puede mejorar la concentración y reducir el estrés.

En conclusión, la clave está en la moderación y en conocer qué funciona mejor para cada individuo. Mantener una disciplina alimentaria y hacerse pequeños premios a uno mismo puede ser una estrategia efectiva para afrontar con éxito la época de parciales y cierre de año.