Lo que para Tomás García Ibáñez comenzó como  una simple participación en el torneo de Las Cañas con la camiseta de Red Bull, se transformó en la puerta de entrada a una beca deportiva universitaria en Estados Unidos. Desde que era niño, soñaba con llegar lejos, y aunque las dificultades lo hicieron dudar en más de una ocasión, hoy ese sueño está a punto de concretarse.

Con algunos trámites por resolver, García Ibáñez espera ansioso el momento en el que se instalará en Doane University, ubicada en Nebraska. Este logro no fue casualidad, sino producto de la dedicación y pasión que Tomás siempre mostró por el fútbol, aún después de haber dejado las canchas tras una dura lesión. “Pensé que ya no iba a poder jugar, pero fue en Las Cañas donde volví a encontrar el amor por el fútbol”, le dijo García Ibáñez a LA GACETA, con la emoción de quien recorrió un largo camino.

El proceso para obtener esa beca no fue sencillo. A inicios de 2023, a través de contactos y redes sociales, Tomás descubrió una empresa que organizaba pruebas para deportistas en Buenos Aires, las cuales eran transmitidas en vivo a universidades del exterior. Después de participar en varios partidos de evaluación, recibió diversas ofertas. Finalmente, tras un largo proceso de selección, García Ibáñez decidió aceptar la beca Doane University, que cubre el 80% de los costos, lo más alto que se puede alcanzar en el primer año.

Más allá de esa gran noticia para el mediocampista de Red Bull, no todo es tan positivo como parece. Su logro conlleva un gran reto económico, ya que debe reunir el dinero restante para poder viajar y cubrir su estadía. “Estoy muy agradecido por la beca, pero todavía necesito conseguir una parte del dinero para irme. Estoy haciendo todo lo posible para juntar lo que falta”, señaló Tomás, con una mezcla de felicidad y frustración.

A ese desafío, se le suma el sacrificio de dejar atrás a su familia, a quienes está profundamente apegado, especialmente a su hermano Santiago, quien fue una pieza clave en su vida futbolística. “Mi hermano fue y sigue siendo mi mayor inspiración. Siempre me apoyó en todo lo que hice, y sé que esto le va a costar tanto como a mí. Él me enseñó a pegarle con ambos perfiles para mejorar en mi técnica”, afirmó Tomás, que se destaca con su equipo en el torneo de Las Cañas, un espacio competitivo en el que busca crecer como jugador.

EL QUE MÁS LE COSTÓ. García Ibáñez aseguró que el partido contra Celta FC, fue de los más difíciles del torneo.

“Las Cañas es un torneo muy especial. El nivel es muy alto, y a la vez se genera un ambiente de compañerismo que me ha dado muchísimo. Volver a jugar al fútbol ahí, me dio la confianza que había perdido”, dijo García Ibáñez, que se sumó en 2021 al equipo que disputa la categoría Libres de fútbol 11.

Actualmente, con miras a su futuro en Estados Unidos, Tomás espera no solo aprovechar la beca deportiva, sino también continuar su formación académica. Tras haber cursado dos años de Nutrición en la UNSTA, su plan es estudiar Ciencias del Ejercicio y Medicina Deportiva en Doane University.

“Me encanta el área de la nutrición y el deporte, y creo que esta carrera en Estados Unidos me va a permitir seguir creciendo tanto en lo deportivo como en lo académico”, aseguró Tomás, entusiasmado con las oportunidades que lo esperan.

Si bien, su prioridad es estabilizarse económicamente para poder costear su vida allá, no deja de lado su ambición de, algún día, conseguir un contrato profesional en el fútbol. “Sé que el camino no será fácil, pero tengo la esperanza de que, con esfuerzo y sacrificio, podré cumplir mis sueños”, concluye con una sonrisa García Ibáñez, que no se detiene y va por más.