El poder adquisitivo de las becas Progresar, que benefician a miles de jóvenes argentinos, cayó en picada durante 2024. Mientras que en agosto de 2023 los estudiantes porteños podían realizar 377 viajes en colectivo con el monto de la beca, hoy solo pueden costear 95 viajes, lo que representa una reducción del 75%. Este dato es específico para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero refleja una realidad generalizada en todo el país.

Pese a un aumento nominal del 75% en los pagos de las becas, que pasaron de $ 20.000 en agosto de 2023 a $ 35.000 en septiembre de 2024, la inflación interanual del 248,5% generó una pérdida de poder adquisitivo de alrededor del 50%.

El último informe del Gobierno sobre el estado del cobro de las becas Progresar data del 2021, cuando se beneficiaban 775.426 jóvenes argentinos, de los cuales el 70% eran mujeres. Desde entonces, no hubo más rendiciones de cuentas oficiales sobre el programa.

Las becas siguen en pie aunque el martes 8 de octubre, el Gobierno Nacional dispuso el cierre del Fondo Fiduciario Progresar, que nunca estuvo operativo, lo que evidencia la falta de financiamiento que viene afectando al programa. "Falso de falsedad absoluta: el Gobierno Nacional financia las becas Progresar a través del Ministerio de Capital Humano. De hecho, en septiembre la partida aumentó 75%. El Fondo Fiduciario Progresar se eliminó porque, a pesar de haber sido creado en enero de 2022 en la gestión de la fórmula (Alberto) Fernández- (Cristina) Fernández, nunca llegó a implementarse", tuiteó.

Según un informe del Grupo Economía, Política y Ciencia (EPC) del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciicti) que dirige el ex ministro kirchnerista Daniel Filmus, la inversión destinada a las becas cayó el 55% en términos reales en 2024 respecto al año anterior y se proyecta una nueva caída del 25,5% en 2025. El retroceso total acumulado en dos años ascendería al 66,5%.

Impacto en la vida estudiantil

En un sondeo informal en redes sociales, LA GACETA conversó con jóvenes beneficiarios de las becas para conocer cómo estas impactan en sus vidas. A continuación se presentan algunos testimonios ilustrativos sobre lo que permite el acceso a las Progresar.

Dámaris Montalván, de 21 años, estudiante de Arquitectura, destacó la importancia de la beca en su carrera. "Me ha servido para cubrir costos de fotocopias, impresiones y materiales, pero, en este último año, no hubo aumentos y cada vez alcanza menos. Sólo una impresión puede costar entre $ 15.000 y $ 18.000, y a veces necesitamos plotear hasta cuatro veces al mes", refirió.

Rocío Guillermina Pérez Sánchez, de 19 años y estudiante de Derecho, explicó: "sin la beca, estudiar se complicaría mucho. No consigo trabajo, así que me ayuda a cubrir gastos básicos para la Facultad, aunque siempre termino poniendo plata de mi bolsillo".

Tatiana, una estudiante de secundaria que prefirió no dar su nombre completo, dijo que había usado la beca para un fin diferente al académico: "el año pasado cobré la beca y decidí ahorrarla para un viaje a Buenos Aires, donde fui a un recital. Fue más un apoyo para mis gastos personales que para los estudios".

Finalmente, Hugo Nicolás Cuello, de 22 años, estudiante de Ingeniería Mecánica en la Universidad Tecnológica Nacional, destacó: "me ayudó mucho a no depender económicamente de mis padres. La usé para transporte, apuntes, comida y otros gastos".

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