A un año del devastador ataque de Hamas a Israel, la historia de una familia tucumana que sobrevivió a esa jornada trágica resuena con fuerza. Guillermo Rochman, quien se encontraba en ese momento en su hogar, en kibutz, una comuna agrícula israelí, y el rabino Salomón Nussbaum, están en la provincia compartiendo su experiencia.

“Desde el 11 de octubre estoy recorriendo Argentina con la misión de contar nuestra historia como sobrevivientes del 7 de octubre de 2023. Es una obligación moral compartir lo que vivimos, aunque a veces me cueste aceptar el título de 'superviviente'”, dice Guillermo.

El hombre recuerda aquel día fatídico: “A las 6.40 de la mañana, mi casa fue atacada. Granadas explotaron dentro y las balas impactaron por fuera. Nos salvamos gracias a la valentía de tres soldados que enfrentaron a más de 30 terroristas de Hamas en la zona”. 

Su voz se quiebra al recordar a esos héroes que perdieron la vida. “Estoy aquí gracias a ellos, y siento que tengo la responsabilidad de honrar su memoria”. En medio del caos, Guillermo, que había sido subcomandante de seguridad del kibutz, se unió a las fuerzas de defensa para rescatar a otros. 

“Era mi deber. Nos expusimos a un peligro constante, y las imágenes que vi al salir de mi casa eran las de un campo de batalla. No podía creer que este lugar, que hasta hace poco era un paraíso, se convirtiera en un escenario de horror”.

“Vivíamos en un entorno tranquilo, rodeados de naturaleza, y de repente todo se tornó en caos. La angustia fue indescriptible. El silencio, el temor...”, dice, recordando la desesperación que sintió junto a su familia, encerrados en el refugio. 

“Era una experiencia de terror profundo, en la que cada uno se despidió de la vida a su manera, sin poder hablarlo entre nosotros”. La conversación se vuelve más introspectiva cuando Guillermo reflexiona sobre el año que ha pasado desde el ataque. 

“Este es un año muy difícil. Aún estoy en el proceso de vivir el trauma, con las alarmas sonando y el miedo constante. La guerra ha traído más violencia, y mientras seguimos esperando respuestas, hay familias que aún buscan a sus seres queridos”.

El rabino Nussbaum interrumpe con una voz firme: “Es crucial entender que, a pesar del dolor, nuestra comunidad busca la paz. Guillermo representa un discurso que está alejado del odio y la venganza. Debemos recordar que somos un pueblo que desea la paz”.

Guillermo asiente: “Ver el apoyo de la gente aquí en Argentina me llena de esperanza. Hay jóvenes que se identifican con nuestra lucha y quieren un futuro mejor. Eso me da fuerzas para seguir. Es necesario trabajar duro para cambiar esta situación, pero es posible”.

La historia de Guillermo Rochman es un testimonio conmovedor de resiliencia. Su viaje a Tucumán no solo se trata de compartir su experiencia, sino también abrir un espacio para la esperanza y el diálogo.