Un nuevo estudio publicado en la revista científica PNAS Nexus cuestiona la creencia común de que los líderes ambiciosos son también los más efectivos. La investigación, liderada por Shilaan Alzahawi, candidata a un doctorado en la Stanford Graduate School of Business, revela que, aunque aquellos líderes suelen evaluarse a sí mismos como eficaces, las valoraciones de colegas y subordinados no apoyan esta autopercepción.

El estudio se desarrolló con 472 gerentes que participaban en un programa de educación ejecutiva. A pesar de que los líderes ambiciosos se consideraban más competentes, las evaluaciones externas no mostraron una correlación entre la ambición y la eficacia en la gestión.

"Encontramos evidencia consistente de que los individuos más ambiciosos se consideran más capaces de liderar que sus pares menos ambiciosos. Sin embargo, otros no están de acuerdo con esa evaluación. Esta discrepancia sugiere que la sociedad puede necesitar un enfoque alternativo para el desarrollo del liderazgo: no recompensar a las personas ambiciosas con más oportunidades de liderazgo, sino encontrar formas de inculcar ambición en las personas que poseen más aptitudes para el liderazgo", concluyeron los autores de la investigación.

Diversidad en los estilos de liderazgo

Estos son los seis estilos reconocidos por el International Institute for Management Development (IMD), una de las escuelas de negocios y de liderazgo más prestigiosas del mundo:

-Liderazgo transformador: se caracteriza por inspirar y motivar a los colaboradores para que alcancen su máximo potencial. Los líderes transformadores fomentan una visión compartida y promueven un ambiente de desarrollo personal y organizacional.


-Liderazgo delegativo: también conocido como laissez-faire, este enfoque se basa en la confianza en la iniciativa de los miembros del equipo. Si bien puede ser eficaz con equipos altamente competentes, requiere una gestión cuidadosa para evitar conflictos.


-Liderazgo autoritario: los líderes autoritarios, a menudo considerados visionarios, guían a sus equipos con un enfoque directivo. Se centran en proporcionar dirección clara, aunque deben evitar caer en un control excesivo.


-Liderazgo transaccional: este estilo se fundamenta en un sistema de recompensas y consecuencias. Los líderes transaccionales establecen objetivos claros y definen cómo se reconocerá el desempeño, lo cual puede ser efectivo en entornos altamente estructurados.


-Liderazgo participativo: también denominado democrático, este estilo promueve la inclusión y la comunicación abierta. Los líderes participativos involucran a sus equipos en los procesos de toma de decisiones.

-Liderazgo servicial: este enfoque prioriza las necesidades de los colaboradores, centrándose en el desarrollo de sus habilidades y capacidades.

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