En el Día Internacional del Bastón Blanco, Félix Paz, director de la escuela Luis Braille, habló sobre la importancia de esta fecha para visibilizar las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad visual y la necesidad de contar con un entorno accesible en Tucumán.
"El bastón blanco es una herramienta que nos permite autonomía, independencia y accesibilidad en distintos ámbitos, ya sea educativo, laboral o recreativo", dijo Paz durante un acto conmemorativo en el que participaron docentes, estudiantes y representantes de distintas instituciones.
Paz también señaló que, si bien el bastón blanco facilita el desplazamiento de las personas ciegas, la realidad en la vía pública sigue siendo desafiante. "Para las personas ciegas, las veredas rotas son una dificultad. Es uno de los grandes obstáculos que tenemos, junto con las motos que dejan estacionadas en el camino", denunció.
Según el director, estos obstáculos no solo afectan a quienes usan bastones, sino también a adultos mayores que dependen de dispositivos de apoyo para caminar.
El mal estado de las veredas en la capital es un problema recurrente que, según Paz, requiere mayor atención del municipio. "Siempre estamos difundiendo y tratando de articular para que el Estado nos acompañe en este sentido, para que no haya estos obstáculos y podamos desplazarnos con seguridad. No solo sufrimos accidentes las personas ciegas o con baja visión, también los ancianos", añadió.
Durante el acto, Paz también explicó las diferencias entre los bastones blanco y verde, herramientas fundamentales para quienes tienen discapacidad visual. "El bastón blanco identifica a las personas ciegas, mientras que el bastón verde, que se conmemora el 26 de septiembre, es para las personas con baja visión", señaló. Este último, indicó, se utiliza para distinguir a quienes tienen un resto visual y a menudo enfrentan malentendidos al usar un bastón blanco. "El verde identifica a quienes tienen algo de visión, aunque sea mínima, como ver luz, colores o ciertos objetos a distancia", aclaró.
Al ser consultado sobre si es cierto que otros sentidos se agudizan cuando se pierde la vista, Paz respondió que "se van compensando". "El 70 o 75% de la información la procesamos visualmente, pero cuando perdemos ese canal, se activan otros sentidos como el oído, el olfato y el tacto, que nos permiten acceder a distintos ámbitos y aprender de manera diferente", explicó.
En cuanto a la situación actual de la comunidad educativa de la escuela Luis Braille, Paz informó que hoy cuentan con una matrícula de 157 alumnos distribuidos en los distintos niveles: inicial, primaria, secundaria y educación especial.
Además, destacó el servicio de inclusión que brindan junto con escuelas públicas y privadas, y las configuraciones prácticas de apoyo que ofrecen, como el manejo de bastones y tiflotecnología.
"La tecnología es una gran ventana de accesibilidad. Los lectores de pantalla y el uso del celular han sido fundamentales para mejorar la autonomía de las personas con discapacidad visual", concluyó.