Cristina Kirchner presentó este lunes la lista “Primero la Patria” ante la Junta Electoral del Partido Justicialista y pidió reserva de número y de color para competir en la interna por la presidencia del peronismo. Ricardo Quintela lo había hecho la semana pasada.
La oficialización de la intención de la expresidenta de presidir el PJ se confirmó mientras intenta negociar que el gobernador riojano baje su candidatura y poco antes de que el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, comparta una foto en el Instituto Patria, dándole su apoyo en la interna, junto a Aníbal Fernández.
Cristina Kirchner llamó la semana pasada a Quintela, pero el riojano no le atendió el llamado; explicó que estaba en unos actos de campaña y que leyó el mensaje de madrugada. Según confirmó durante el fin de semana, el día clave para establecer el contacto era este lunes, pero en medio de la incertidumbre, la expresidenta presentó la lista.
La lista de unidad, en duda
Los dos pujan por una lista de unidad, ninguno quiere competir en una interna, por el desgaste, por el gasto económico y porque puede perjudicar una pelea pública en momentos en que, entienden, necesitan llegar a puntos de acuerdo y sumar.
El tema en discusión es quién da el brazo a torcer. Con el silencio de Axel Kicillof de fondo, la exmandataria consiguió el aval del PJ de 12 provincias e insistirá en que debe ser Quintela el que baje su candidatura. El riojano le hizo un guiño este fin de semana, pero en su entorno mantienen firme la postulación, especialmente entre los dirigentes enfrentados al kirchnerismo.
“A Cristina la quiero, la respeto, la admiro. No es lo mismo (una interna) con cualquier otro contrincante”, admitió Quintela y advirtió: “Al resultado (de la interna) es a lo que menos le temo, porque lo que me interesa es la militancia”. Más allá del peronismo, mira hacia 2027.
Si la expresidenta y el gobernador riojano llegan a un acuerdo, deberán aplacar las grietas internas. Además del enojo del peronismo no kirchnerista que negociaba volver a acercarse al partido si Quintela lo presidía, las diferencias se agigantaron en las últimas horas, con cruces públicos entre dirigentes de La Cámpora -que lidera Máximo Kirchner- y refrentes del partido.