1- Los jubilados que no cobran la mínima
Sin duda alguna, los ingresos reales de los jubilados que no perciben el haber mínimo tuvieron una importante reducción entre 2017 y 2023. En efecto, dice el economista y director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadin Argañaraz, la pérdida real de sus ingresos desde noviembre del año pasado, tras el salto discreto del tipo de cambio, era del 46,5% en relación a 2017. Con la devaluación de diciembre de 2023, todos los ingresos reales se precipitaron aún más, siendo los más golpeados los jubilados que no cobran la mínima. Su poder adquisitivo fue mínimo en febrero pasado, con una pérdida real del 64,2% respecto de 2017. “Es significativo que el poder adquisitivo de este jubilado haya sido equivalente solamente a la tercera parte de lo que era en 2017”, puntualiza el consultor.
Con los cambios de la movilidad jubilatoria, estos haberes tienen una pronta recuperación real, alcanzando ya en mayo último el mismo nivel real que en noviembre de 2023, previo a la devaluación discreta, acota el instituto. A partir de mayo, dada la baja gradual de la inflación, el haber real siguió subiendo, llegando durante este mes de octubre, bajo el supuesto de una inflación del 3,5%, a ser un 6,7% mayor que el de noviembre de 2023.
“Comparando con 2017, la caída real del poder adquisitivo de este jubilado sigue siendo de un 43%. Es decir una pérdida similar a la que tenía en noviembre de 2023 (-46,5%). De la mano de una menor inflación, su haber va a mejorar, pero con la regla actual no va a recuperar su enorme pérdida”, sostiene Argañaraz en el reporte al que accedió LA GACETA.
El gobierno defiende el equilibrio fiscal como condición necesaria para la estabilidad y la recuperación de la actividad económica. Dentro de ese marco, indica el experto, se tendrán que encontrar los caminos para que los jubilados que hicieron sus aportes durante su vida laboral tengan un poder adquisitivo digno.
2- Los beneficiarios que perciben el haber mínimo
Los jubilados que cobran la mínima fueron los segundos de mayor pérdida real, luego de la devaluación discreta de diciembre, señala el economista Nadin Argañaraz. Su poder adquisitivo tocó piso en febrero pasado, registrando una pérdida real del 42,6% respecto de 2017. Al igual que el resto de los jubilados, los haberes reales suben a partir de este mes, pero el hecho de mantener el valor del bono fijo en $ 70.000, hace que se haya tocado un pico en junio último y nuevamente el ingreso real total de estos jubilados haya empezado a caer, detalla el economista cordobés. En efecto, de confirmarse una inflación mensual del 3,5% en octubre, el ingreso real de estos jubilados estaría un 3,6% abajo de noviembre de 2023, estima. “Si no se cambia el valor del bono, estos jubilados van a seguir empeorando mes a mes su situación relativa”, advierte.
Respecto de 2017, su ingreso real actual es un 26,5% inferior. En noviembre de 2023, la pérdida era de un 23,8%.
A partir de este mes, el Gobierno nacional aumentó la jubilación mínima a $ 244.320,56 y el haber máximo se fijó en $ 1.644.046,07.
Desde este mes, las jubilaciones, pensiones y asignaciones reciben un aumento de 4,17%, de acuerdo con el anuncio efectuado por la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). De esta manera, la jubilación mínima, junto con el bono de $ 70.000, pasa a ser de $ 314.320,56.
Las jubilaciones y pensiones que no superen los $ 314.320,56, recibirán un bono proporcional hasta alcanzar ese monto, comunicó el organismo federal.
Las prestaciones previsionales, con el bono de $ 70.000 incluido, quedan de la siguiente manera: la Pensión Universal para el Adulto Mayor pasa a ser de $ 265.456,45 mensuales; a su vez, la Pensión No Contributiva por Invalidez y la Pensión por Vejez tendrá un valor mensual de $ 241.024,39, mientras que la Pensión Madre de 7 hijos pasa a ser de $ 314.320, 56.
3- Los empleados públicos
Los trabajadores públicos son los terceros en el ranking de caída del poder adquisitivo después de la devaluación del peso de diciembre de 2023, de acuerdo con el análisis de Nadin Argañaraz. Entre noviembre de 2023 y abril de este año, perdieron el 21,5% de su ingreso real. En este mes, respecto de 2017, la pérdida real fue del 39,1%, muy significativa. Si bien hubo una recuperación en los meses posteriores, ha sido leve, estando el salario real de julio en un nivel equivalente al 64,5% de 2017, es decir con una pérdida real del 35%, puntualiza. Respecto de noviembre de 2023, mes previo a la devaluación, la pérdida real seguía siendo del 17%.
De cara al futuro, es poco probable que el salario real público muestre una recuperación sensible, ya que depende básicamente de un aumento real de los ingresos públicos, estima el economista. “El mantenimiento del equilibrio fiscal va a impedir una suba real importante de sueldos, quedando más bien, la posibilidad de mejoras, sujeta a cambios de planta de personal, que permitan mayores remuneraciones por mayor productividad”, puntualiza.
El mes pasado, el Gobierno nacional anunció una mejora de los salarios para el personal estatal de la órbita federal. La suba otorgada fue de un 3% dividido entre septiembre (2%) y octubre (1%), lo que lo dejaría por debajo del último dato inflacionario de agosto, que fue del 4,2%. Las negociaciones paritarias en el sector público provincial corren por cuentas separadas. Cada gobernador acuerda con los gremios estatales del distrito los incrementos salariales.
En los últimos días, el Gobierno nacional agregó otro foco de conflicto a la relación con los agentes públicos. El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que en diciembre se les tomará un examen de idoneidad a los más de 40.000 trabajadores de la planta transitoria del Estado para definir su continuidad laboral. “Es un invento trucho e ilegal que consolida el fraude laboral en el Estado”, dijo el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar.
4- Los trabajadores privados
Los trabajadores privados formales son, hasta ahora, los que menos ingreso real perdieron con la devaluación de diciembre de 2023. Concretamente, su pérdida máxima se dio en marzo de 2024 y fue del 12% respecto a noviembre de 2023, señala el economista Nadin Argañaraz. Luego de mantenerse en niveles estables, el salario empezó a crecer, llegando en julio a un nivel solamente 2,6% inferior al predevaluación.
Si la comparación se hace entre 2017 y julio de 2024, la pérdida es del 22%. “De cara al futuro -expresa el economista-, el mayor dinamismo de la actividad privada es la vía para que aumente la productividad y para que de esa manera el salario real tome una senda creciente y sostenible”.
Según los datos suministrados por el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, las remuneraciones brutas promedio de los trabajadores del sector privado registrado a nivel nacional, durante el primer semestre del 2024, exhibieron una caída interanual en términos reales del 8,2%. Se trata del peor primer semestre para este indicador desde, por lo menos, el año 2016. Así como las remuneraciones promedio del sector privado registrado caen 8,2% en el primer semestre 2024 contra igual período del 2023, también caen contra igual período de los años previos: -8,7% versus 2022; -6,5% contra 2021; -8,1% respecto de 2020; -9,5% comparando con 2019; -17% contra 2018; -17,9% respecto de 2017; y -17,2% versus 2016, detalla un reciente informe de Politikon Chaco.
Los trabajadores privados, al menos al día de hoy, son los que más posibilidades de recuperación real tienen, considera por su parte el economista Nadin Argañaraz. De la mano de la baja de la inflación y, principalmente, de un mayor nivel de actividad, el salario real podrá aumentar en el tiempo, achicando gradualmente la pérdida real que arrastra desde hace años, finaliza el director del Iaraf.