Si hay algo que podemos decir que el hincha de Atlético Tucumán está acostumbrado es a sacar cuentas. Desde que ascendió a Primera lo hace constantemente. Cada vez que el ocaso de la temporada empieza a asomar, los simpatizantes del “Decano”, calculadora en mano, suman, restan, dividen y comparan. Eso sí, nada tiene que ver en este caso con el descenso, más bien es algo positivo para el club.

Los torneos internacionales son los objetivos que se plantea desde hace varios años el “Decano”. “Yo voy a dejar el alma y el corazón, la Copa Libertadores es mi obsesión...”, cantan los hinchas en cada presentación de su equipo, dejando en claro el mensaje a los jugadores, cuerpo técnico y directivos.

En ese sentido, se puede decir que la Libertadores 2025 es prácticamente un imposible. La clasificación a la Sudamericana aún es un sueño lejano. ¿Qué necesita Atlético para cumplir ese objetivo? En primera instancia, salir de esta mala racha en la que les cuesta horrores sumar puntos. El margen de puntos es cada vez menor y con 30 puntos en juego, si la brecha entre Atlético y los que están consiguiendo el boleto a la cita internacional sigue creciendo, rápidamente puede quedarse sin chances.

Con 36 puntos el equipo de Facundo Sava se ubica en el puesto 22 de la tabla anual, todavía lejos de los 45 puntos que tiene Instituto (puesto 10) y último que está clasificando a la Sudamericana en estos momento.

Es decir que para poder ser internacional en 2025 el “Decano” deberá recortarle varios puntos a la “Gloria” y escalar varios puestos, hasta ubicarse entre los 10 mejores. Aunque, dependiendo quienes sean campeones de la Copa Argentina, Libertadores y Sudamericana, por el corrimiento de puestos se podrían ver beneficiado hasta el que se encuentre en el puesto 13, en el mejor de los casos (y siempre y cuando ese equipo campeón también esté dentro de los 10 mejores de la tabla anual). Esto significa, que si Atlético mejora la puntería y eleva el porcentaje de unidades cosechadas de aquí al final del torneo, puede soñar, sobre todo porque aunque parece que está lejos en la tabla, la paridad en cada partido hace que las chances aumenten, siempre y su costal de puntos siga creciendo.

Para que se liberen esos cupos los simpatizantes de Atlético deben esperar que River se quede con la Libertadores, Racing o Lanús consigan la Sudamericana (los tres ubicados dentro de los 10 mejores de la anual) y Boca, Vélez o Huracán –hasta ahora dentro de los clasificados- se consagren en la Copa Argentina, para que libere cupos.

¿Cuántos puntos debería sacar de aquí al final para tener chances matemáticas? Lo ideal -teniendo en cuenta las últimas clasificaciones- sería que los de 25 de Mayo y Chile terminen el torneo con más de 55 puntos para tener alguna expectativa.

En 2022 San Lorenzo fue el último en ingresar a la Copa Sudamericana, en el puesto 11 el “Ciclón” sumó 58, uno más que Atlético. En aquel año solo se liberó un cupo extra, por eso el “Decano” que terminó en el puesto 12 no se vio beneficiado.

En 2023 Argentinos y -otra vez- Atlético, terminaron junto a Platense en el puesto 12 con 54 puntos, pero la diferencia de gol favoreció al “Bicho” ya que tenía 5, contra -5 y -6 que tenían el “Decano” y el “Calamar”, respectivamente. Por este motivo el equipo, en ese momento dirigido por Pablo Guede, se quedó con el último boleto a la Copa Sudamericana.

Desde aquí hasta fin de año el “Decano” debe enfrentar a: Riestra (V), Lanús (L), Godoy Cruz (V), Sarmiento (L), Unión (V), Huracán (L), Gimnasia (V), Newell’s (L), Independiente (V) y Central Córdoba (L) y con 36 puntos, todavía está lejos, aunque con la esperanza de ganar al menos los cinco en el Monumental, para comenzar a ilusionarse. Si Atlético logra blindar los 15 puntos que tiene en juego en el José Fierro, alcanzaría los 51 puntos y ya comenzaría a rondar la zona de clasificación, después tendrá que conseguir algunos puntos en condición de visitante para quedar mejor posicionado.

Así, hasta fin de año el “Decano” y sus hinchas estarán con la calculadora en la mano, analizando rendimientos propios y ajenos, sumando y multiplicando las posibilidades de volver a jugar un torneo internacional.