Un día de lluvia en Tucumán transforma el simple acto de subirse a un colectivo en una experiencia compleja y, a menudo, frustrante. Las gotas caen con persistencia sobre la ciudad y los tucumanos que dependen del transporte público no tienen más opción que enfrentarse a la incómoda realidad del servicio. Con los paraguas en mano y los pies buscando refugio, algunos ya saben que el día no será fácil.
En una de las tantas paradas, ubicada en Mate de Luna al 2.600, la escena es típica. Apenas un refugio, varios pasajeros mojándose, y la incertidumbre de cuándo llegará el próximo colectivo. En medio de la espera, uno de los pasajeros, visiblemente incómodo, accede a compartir su experiencia con LA GACETA: "Hace más de 40 minutos que estoy acá. Dicen que uno de los colectivos se descompuso".
Viajar en transporte público con lluvia en Tucumán: un colectivo se averió y tuvo que parar su recorridoEfectivamente, a pocos metros se encuentra un colectivo de la línea 102, con las balizas encendidas y el conductor dentro, esperando auxilio. "Se rompió la manguera del agua, no podemos seguir así porque el motor levanta temperatura", explica el chofer. Con resignación, comenta que ahora deberá esperar a que la empresa envíe un mecánico para solucionar el problema, mientras los pasajeros, ya dispersos, buscan otras opciones. "Son cosas que pueden pasar, pero es frustrante para todos", dice.
Mientras tanto, la fila de personas sigue creciendo en la parada. En su mayoría, son trabajadores que dependen de este medio para llegar a sus empleos, y cada minuto cuenta. "El precio del boleto está alto, y el servicio no está a la altura", comenta Lucía Corbalán, quien sube al 118 después de una espera de casi media hora. "Hoy fue rápido, pero no es lo habitual. Normalmente espero hasta 30 minutos", añade mientras se acomoda en uno de los asientos, mojados por la filtración de agua que entra desde las ventanas.
Los problemas no terminan con la espera. Dentro del colectivo, varios usuarios señalan las condiciones deterioradas de las unidades. "Hay una filtración de agua que termina formando charcos en el piso. Es un desastre, y más con lluvia", menciona María, una madre que viaja con su hijo. La incomodidad es evidente, pero lo que más preocupa a los pasajeros es el costo. "Lo que gastás en colectivo es mucho. Si trabajás en un horario cortado, podés gastar hasta $5.000 o $7.000 al mes. La mitad de lo que ganás se te va en el transporte", reflexiona Marcela, otra pasajera.
Esta situación es un reflejo del momento que vive el transporte público en Tucumán. Si bien el costo del boleto ha aumentado recientemente, los usuarios no perciben una mejora en la calidad del servicio.