La alegría volvió a tocar las puertas de La Bombonera. Es cierto, los tiempos no son los mejores para Boca, que siempre parece ahogado en una crisis. Y el presente no es la excepción. La salida de Diego Martínez es la punta de iceberg de los problemas del “Xeneize”, que no pudo cumplir la mayoría de los objetivos de la temporada.
No fue protagonista de ninguno de los torneos y todavía no tiene asegurada su presencia en la Copa Libertadores 2025. A eso se suma el bajo rendimiento de varios referentes y otros problemas extrafutbolísticos. Todo eso hace que la victoria frente a Argentinos funcione como una pequeña sonrisa entre tanta tempestad.
El inicio del tercer interinato de Mariano Herrón mostró muchísimas mejorías en el funcionamiento del equipo. Sí, fue un equipo totalmente distinto a lo que se había visto en Córdoba. Ni hablar en comparación a la pálida imagen que dejó en el Superclásico. Este “nuevo Boca” mostró ímpetu desde el minuto uno y disminuyó al “Bicho” durante el primer tiempo.
¿Qué cambios hubo? La actitud ofensiva fue la causa de la victoria. Edinson Cavani volvió a ser el líder del ataque. “Matador” hizo pesar la diferencia de jerarquía y buscó en reiteradas ocasiones a Miguel Merentiel. Incluso, el gol de la victoria lo tuvo a ambos implicados: el ex PSG remató al arco, Diego Rodríguez tapó el disparo, “Bestia” capturó el rebote y no perdonó. Así, el uruguayo alcanzó la sexta conquista en el actual torneo, lo que deja en claro que es la llave del gol de Boca.
Todo esto se conjugó con un gran nivel del medio campo. El doble “5” de Ignacio Miramón y Tomás Belmonte equilibró la mitad de la cancha, y eso se conjugó con el desequilibrio de Brian Aguirre y la profundidad de Kevin Zenón. ¿Por qué Boca no convirtió más goles en la primera mitad? La respuesta es simple: imprecisión, porque ocasiones no faltaron.
El complemento mostró cierta involución en el juego del “Xeneize”. Es decir, no pudo sostener el ritmo ofensivo que lo caracterizó en los primeros 45 minutos. Tanto fue así que cedió la posesión y se limitó a aprovechar el adelantamiento de líneas del equipo de Cristian Zermatten. Exequiel Zeballos condujo una que otra subida peligrosa, pero sin preocupar demasiado a Rodríguez.
La fórmula no dio los resultados esperados, pero allí apareció una figura inesperada: Leandro Brey.
El juvenil protagonizó grandísimas atajadas y salvó en reiteradas ocasiones al “Xeneize”. Sí, el arquero demostró que está listo para ser el guardián del arco azul y oro.
Eso no apagó la búsqueda de Argentinos, que por un momento puso a Boca contra las cuerdas. Román Vega estuvo a centímetros de convertirse en el verdugo del “Xeneize”. Pero, como siempre se necesita una cuota de suerte, y esta vez el travesaño impidió que disparo impacte en la red.
A modo anecdótico podría mencionarse que Milton Giménez marcó el segundo tanto, pero no fue convalidado después de la revisión del VAR.
La victoria se presenta como vital para el futuro de Boca. No porque se haya acercado a Vélez en la Liga Profesional -todavía está a 12 puntos del puntero-, pero recortó distancias en la tabla anual y mantiene viva la posibilidad de clasificar a la Libertadores por medio de esta vía.
De esta manera, el nuevo interinato de Herrón de Boca comenzó con el pie derecho.