Las flores en la cocina existen desde la antigüedad: los egipcios con los pétalos de rosas, los árabes con la flor de azahar en sus postres y dulces aromáticos, los hindúes aromatizando los yogures con flores de jazmín o los romanos que tomaban como digestivo un agua de lavanda y pétalos de rosa durante su banquete.

En la época clásica se preparaban las ambrosías más sabrosas a base de pétalos de rosas. En las cocinas andalusíes aparecieron las flores comestibles en los manuales de cocina para los reyes españoles de los siglos XVI y XVII. Carlo Magno sentía predilección por las ensaladas de flor de malva.

Por otro lado, la cocina china incluye en sus platos la flor de loto, magnolia y jazmín. En la japonesa, el crisantemo ocupa un lugar predilecto y en Medio Oriente es habitual que la comida incorpore las rosas y flor de naranjo.

Flores comestibles

Además de tener una apariencia espectacular, una flor comestible elegida adecuadamente puede dar un sabor agrio, salado ,dulce, ácido o picante a una receta. Además, mejora el color y la textura de un plato e influye positivamente en el estado de ánimo y bienestar. Se considera una fuente natural de antioxidantes, propiedades medicinales y culinarias.

Las flores comestibles se utilizan cada vez más porque no solo embellecen los platos, sino que aportan una gran cantidad de nutrientes. Se usan para preparar ensaladas, platos principales, sopas, almíbares, bebidas, jaleas, etc. También se pueden preparar vinagres aromatizados con flores, pétalos cristalizados para decorar tortas o postres, o rellenas como las flores de calabacín o tulipanes.

Algunas flores que podemos consumir

Capuchina o taco de reina, caléndulas, copetes, pensamientos, violas, rosas, lavandas, amapola, manzanilla, girasol, geranio, tulipan, flor de azahar, flor de calabaza, margaritas, hibiscus, borraja, flor de Jamaica, sauco, azafrán, etc.

Hay más de 200 tipos de flores que podemos consumir y son aquellas que fueron cultivadas para tal fin, siempre que sean sembradas y cosechadas de manera orgánica, es decir, sin pesticidas ni agroquímicos. Además, podemos cultivarlas en nuestro jardín o balcón.

Es muy común consumir las flores de las hierbas aromáticas como las del romero, albahaca, tomillo, menta, orégano, etc. Estas generalmente tienen el mismo sabor que las hierbas pero más concentrado.

Consejos

- Es mejor recolectarlas por la mañana, al alba ya que es el momento que estan bien turgentes.

- Elegir las que estén en perfecto estado y buen aroma

- Desechar los estambres, tallos, pistillos y la base de la flor.

- Usar los pétalos para consumir.

- Antes de usar, lavar bien con agua fría con mucho cuidado y colocarlas boca abajo sobre papel absorbente.

- Para guardarlas, humedecer un papel absorbente y colocar en un recipiente hermético y sobre el papel colocar las flores ya lavadas boca arriba. Tapar y llevar a la heladera en la parte menos fría de la misma.

Nota y fotos: Fernanda Bringas.