TEL AVIV, Israel.- La andanada de misiles lanzados contra Israel esta semana debían ser una advertencia de que Irán puede atacar el territorio de su archienemigo, pero en vez de ello ha sacado a la luz sus limitaciones militares, consideran distintos analistas.
En el segundo ataque directo a Israel de su historia, Teherán disparó unos 200 misiles el martes, la mayoría de ellos interceptados por las defensas aéreas de Israel con ayuda de sus aliados occidentales.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, afirmó que el ataque respondía al asesinato de altos cargos iraníes y de sus aliados, como el líder del grupo libanés Hezbollah, Hasán Nasralá, o del movimiento palestino Hamás, Ismail Haniyeh.
Una acción similar en abril implicó el lanzamiento de misiles y drones a Israel, entonces como represalia a un mortífero bombardeo contra el consulado iraní en Damasco.
Los analistas aseguran que el último ataque, aunque de mayor envergadura, buscaba un equilibrio entre reivindicar las capacidades iraníes y evitar provocar una guerra total potencialmente destructiva con Israel.
Aunque se desconoce el tamaño del arsenal balístico de Irán, los analistas consideran que está en riesgo de agotarse.
Farzan Sabet, investigador del Global Governance Centre en Ginebra, afirma que la reserva de misiles de Irán “con capacidad de llegar a Israel es limitada”.
Teherán probablemente tenga la capacidad de “infligir daños graves a Israel” para unas semanas o meses, pero no durante un conflicto largo, argumenta.
Los asesinatos de altos cargos islamistas se interpretan como fallos importantes de la inteligencia iraní y de sus aliados, que obligó a Teherán a responder para “mantener su credibilidad a ojos de la opinión pública doméstica e internacional”, según Sabet.
“Creo que también ha calibrado el ataque con el objetivo de no desencadenar una importante respuesta de Israel y Estados Unidos, equilibrio muy difícil”, afirma.
La experta militar independiente Eva Koulouriotis considera que “la capacidad de disuasión del régimen iraní en la región lleva tiempo erosionándose”.
En abril, el primer ataque iraní contra Israel “no restauró la capacidad de disuasión iraní, sino que profundizó su colapso”, afirma. En cambio, con los asesinatos de Nasralá y Haniyeh, Israel parece haber recuperado su capacidad disuasoria “que sufrió un duro golpe el 7 de octubre”.
Joe Biden descartó apoyar un ataque de Israel sobre instalaciones nucleares de IránEse día, comandos de Hamas lanzaron un ataque de envergadura contra Israel que dañó gravemente la reputación de los servicios de inteligencia de ese país y desencadenó la actual guerra en Gaza.
La capacidad de Irán de armar a su red de aliados como Hamás, Hezbolá o los hutíes de Yemen, así como a Rusia en su guerra contra Ucrania, demuestra la potencia de su industria militar. Pero sin datos públicos disponibles sobre su arsenal, Sabet considera que existen dudas sobre su capacidad de disparo y reabastecimiento.
Máxima prioridad
El experto francés en Irán Bernard Hourcade explica que, a pesar del interés internacional en el programa nuclear iraní, “los misiles han sido la máxima prioridad de todo el aparato militar” de la República Islámica.
En su opinión, la capacidad disuasoria de Irán se fundamenta en la existencia alrededor de Israel de grupos como Hamas y Hezbollah, ambos gravemente diezmados por el actual conflicto, y de los misiles que, por segunda vez, han causado poco daño en su enemigo regional. “Estas tres armas han desaparecido”, afirma Hourcade. “Se ha terminado, ya no son creíbles”.