WASHINGTON, Estados Unidos.- El ex presidente republicano Donald Trump pinta en sus actos un cuadro apocalíptico de Estados Unidos, destrozado según él por los migrantes y con una inflación galopante.

“Nuestro país va a la deriva”, repite el candidato por tercera vez a la Casa Blanca, en su ataque a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.

El republicano acusa a los migrantes -su tema favorito y en su opinión “el más importante”- desde “violar a las jóvenes estadounidenses” hasta “envenenar la sangre” del país o comer mascotas. “Se están apoderando de nuestros pequeños pueblos y ciudades”, afirma.

Si gana el 5 de noviembre el primer día “termina la invasión y comienzan las deportaciones”, aseguró esta semana en Wisconsin, uno de los siete estados que probablemente decidirán el resultado de los comicios.

Si pierde, ha advertido que el “país va a hundirse en una depresión” económica. “Si quieres que tus ingresos se desplomen, tu patrimonio neto colapse, tus facturas de impuestos se disparen y tus trabajos desaparezcan por completo (...) entonces vota por Kamala”, la “reina de los impuestos”, dijo, reconociendo que su discurso es “sombrío”.

Comunista y fascista

Ya utilizó esta retórica durante la campaña de 2016, contra Hillary Clinton. Ese año le funcionó para ganar las elecciones, pero en 2020 perdió frente a Joe Biden. Ahora, lleva ese discurso incendiario más al extremo, afirma el politólogo Julian Zelizer.

“Los argumentos son los mismos, el enfoque es el mismo pero todo está multiplicado por 10 y con aún menos límites”, declara en una entrevista.

El tono se ha crispado sobre todo desde que Kamala Harris entró en la carrera, en reemplazo de Biden, al que Trump tildaba de “viejo” y “débil”.

Sin pruebas, Trump repite que Harris quiere “ejecutar bebés” con su programa sobre el aborto, es “marxista”, “comunista”, “fascista” y “deficiente mental”.

Trump llamó “deficiente mental” a Kamala Harris

“Joe Biden se convirtió en deficiente mental, Kamala nació así”, dijo hace unos días. “Sólo un discapacitado mental podría haber permitido que esto le sucediera a nuestro país”, soltó.

Tampoco parece importarle que refuten sus mentiras: cuenta con el respaldo de un partido que lo coronó entre vítores en julio, pocos días después de haber sido herido en una oreja en un intento de asesinato. Sus seguidores dicen que Dios le salvó a vida y le juran lealtad.

Medios desmienten declaraciones que Trump difundió como verdades

Lo que hace, incluso los pasos cortos que da cuando deja el escenario, son parte de una coreografía calculada. A veces se lanza a una perorata confusa, cuenta anécdotas sobre ataques de tiburones, barcos con baterías eléctricas y electrocuciones.

Los demócratas se burlan y destacan su avanzada edad. El candidato, de 78 años, insiste en que está en plena forma y en su sano juicio, pero ha descartado volver a presentarse en 2028 si pierde el 5 de noviembre.