La vida institucional y el arraigo histórico en la sociedad de una escuela se potencia y jerarquiza con una conducción competente y profesional. La Sra. Ministra de Educación en su entrevista del mes pasado dejó esbozar una escuela muy diferente a la que hoy se alimenta con los objetivos tradicionales que la conforman. Una propuesta importante podría ser cómo se elige al director de una escuela técnica. Hay normativas formales que hoy se aplican, pero aparece un gran vacío, que es la competencia para el cargo. Que no se considere discriminatorio, pero el título universitario específico a una de las carreras de la escuela y un certificado de capacitación hoy permite ocupar la conducción, como ocurre en una escuela técnica, sin ninguna preparación básica para el nivel; sólo tienen valor los antecedentes para Junta de Clasificación. No todos los directores en este tipo de escuelas encuadran en lo anterior ya que son muy competentes. Para encontrar la optimización en el conductor de una técnica debería considerarse: que la nueva Junta de Clasificación que se formará en noviembre para el nivel técnico cumpla con las normativas de evaluación preestablecidas del aspirante a ocupar el cargo; por un lado como mínimo diez años de antigüedad y por lo menos cinco de titularidad al frente de un cargo u horas cátedras especificas en la escuela técnica que se inscribe; y no, como ejemplo, trabajar en una escuela secundaria y sólo por el título concursar el cargo de director, cuando nunca estuvo en el nivel técnico. A lo anterior y a los antecedentes que presenta, sería necesario que el aspirante sea evaluado por la Junta de Clasificación en forma teórica y práctica en el establecimiento; esto considero fundamental porque se verificará los conocimientos básicos para el cargo y los teóricos y prácticos técnicos que el aspirante tiene de una de las especialidades de la escuela que se inscribe. Para acceder a esta evaluación teórico práctica se considerará que el aspirante deberá tener como obligatorio un título obtenido en una escuela técnica y de una de las especialidades de la escuela, junto al título universitario específico afín a la otra carrera, en el supuesto de que sean dos especialidades de la escuela que se inscribe. El padrón para directivo deberá conformarse con docentes de la misma escuela, y el docente que reúna los requisitos en otra, podrá hacerlo también en esa. Y esto no es una discriminación, porque lo novedoso de esta propuesta es que podrá ser elegido director cualquiera de los candidatos del padrón de directivos, por votación directa del personal docente titular e interino de la escuela, y el suplente podrá elegir cuando tenga como mínimo dos años de antigüedad en la misma. Porque esta manera de elegir se podrá poner en la conducción de la institución educativa a una persona conocida con sobrada experiencia en el movimiento cotidiano de la misma. Además de esta forma toda la comunidad educativa será responsable de una u otra forma del prestigio de la misma, con su elección. El período a cargo de la dirección debería ser de cuatro años y renovable por otros cuatro en elección formal y así hasta, si corresponde, la jubilación del elegido. Ante irregularidades formales del director, como no rendir cuentas de partidas, de cooperadora, monto de los módulos de mercadería, o falta de compromiso profesional u otros hechos de gravedad institucional que amerite la falta de dignidad para seguir ocupando el cargo, el consejo consultivo de la institución, previos pedidos por escrito que subsane esos errores y ante la negativa de cumplir lo solicitado, podrá peticionar la autorización formal al ministerio, vía oficina de jurídico, la remoción del director cualquiera sea el tiempo que haya estado en el cargo, sin esperar que cumpla los cuatro años de límite en el mismo y realizar la correspondiente elección de sustitución con los otros docentes inscriptos en el padrón.
Manuel Antonio Sepúlveda
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