Las calles de San Miguel de Tucumán fueron testigos de una Marcha Federal Universitaria que, más allá de los reclamos presupuestarios habituales, sorprendió por la diversidad política de sus participantes. Estudiantes, docentes, trabajadores de las universidades públicas, la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y, en menor medida, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), y adherentes a la causa educativa pública se movilizaron ayer hasta la plaza Independencia. Desde las 17 y hasta las 20 alzaron su voz en contra del veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Educativo que recompone el presupuesto de las casas de estudios superiores sostenidas por el Estado.
Para un número significativo de concurrentes, la marcha comenzó por la tarde en el Rectorado de la UNT ubicado en la calle Ayacucho 491. En cuanto a la UTN, la convocatoria fue en la sede de Rivadavia 1.050. Algunos estudiantes empezaron la protesta antes: se juntaron al mediodía para compartir el almuerzo y armar carteles en sus respectivas facultades. Los demás se unieron directamente en la Plaza Independencia, el lugar donde, de todas formas, iban a encenderse los reclamos. “En total vinieron entre 20.000 y 15.000 personas. Fue una convocatoria muy parecida a la de la marcha pasada (del 23 de abril)”, observó Diego Toscano, secretario adjunto de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional Tucumán (Adiunt).
Minutos antes de que comenzara la marcha y en el propio Rectorado, las autoridades tomaron la palabra. El rector de la UNT, Sergio Pagani, destacó el carácter multitudinario de la convocatoria. “La de hoy es fundamentalmente una marcha universitaria y, como la Universidad atraviesa a casi toda la sociedad, muchas otras personas que quizá no pertenecen a la comunidad están manifestando su apoyo y se suman a nuestro reclamo”, expresó.
Pagani aseguró que el objetivo principal de la marcha era defender el sistema universitario público y su financiación. Y agregó: “esperemos que esto haga reflexionar al Presidente y que no vete esta ley aprobada por nuestros representantes”. Si Milei rechaza la norma, será el segundo golpe en poco más de un mes a una recomposición de ingresos dispuesta por el Congreso. En el primer veto, Milei había derribado los incrementos de haberes previsionales, decisión que luego fue confirmada por la Cámara de Diputados. En todos los casos, el Gobierno esgrime la necesidad de defender la política de ajuste del gasto público y de equilibrio fiscal.
La vicerrectora de la UNT, Mercedes Leal, a su turno subrayó: “el motivo de la marcha es que persista la universidad pública gratuita y de calidad para toda la juventud de la Argentina”. Y destacó que la convocatoria era muy grande en todo el país: "se habla de dos millones de personas que salieron a las calles, eso es un orgullo. Se nota que lo que nos une como argentinos es la educación”.
“¿Querés educación?”
A las 17.30, las columnas de estudiantes, docentes y no docentes, y los restantes asistentes, empezaron a caminar hacia la Plaza. Entre las principales consignas que resonaron en las calles se escucharon frases como "la universidad no se vende", y "por una educación pública y gratuita para todos". Los manifestantes, con pancartas y carteles en mano que decían, por ejemplo, “¿por qué tanto miedo de educar al pueblo?”, repetían constantemente el reclamo por un mayor presupuesto educativo y mejores condiciones salariales para el personal.
“¿Querés educación? Te la vendo”, enunciaba la consigna que portaba Ludmila Trujillo, estudiante de Cine de 18 años. “Vine para defender la educación pública y gratuita. Principalmente porque mi carrera sufrió mucho los perjuicios de este Gobierno. No podemos solventar los gastos, los profesores tienen los sueldos atrasados y el Presidente no quiere apostar por nosotros”, expresó la joven.
Poco antes de las 19 ya había una multitud en el corazón de San Miguel de Tucumán. Una muchedumbre imponente respaldó la defensa de la universidad pública. La Plaza Independencia se llenó de niños, jóvenes, adultos y ancianos.
Una diferencia con la marcha anterior es que, esta vez, los dirigentes de Adiunt se encargaron de colocar un escenario con micrófonos y luces. El acto arrancó con las palabras de representantes estudiantiles de las facultades de Derecho, de Medicina, Filosofía y Letras, y Agronomía, etcétera.
La marcha tucumana alcanzó el clímax poco antes de las 20, cuando los oradores principales subieron al escenario. Entre ellos, Anahí Rodríguez, secretaria general de Adiunt, se dirigió a los presentes con un discurso enérgico que denunció las políticas de ajuste del Gobierno nacional y las graves consecuencias que estas tienen sobre el sistema universitario. "Lo que comenzó como una preocupación por el recorte presupuestario se ha transformado en una emergencia que amenaza la esencia misma de la educación pública", afirmó Rodríguez, haciendo referencia al impacto que estas medidas tienen en los estudiantes, especialmente en aquellos que pertenecen a familias trabajadoras.
La presidenta de la Federación Universitaria de Tucumán, Milagros Celiz, expresó la preocupación del cuerpo estudiantil. "Soñamos con un país donde el futuro de los jóvenes no esté determinado por su origen ni por la situación económica de su familia", afirmó con firmeza, destacando la importancia de la universidad pública como herramienta de movilidad social. Celiz concluyó su discurso con un llamado urgente al Presidente para que deje de lado su plan de vetar la Ley de Financiamiento Educativo. "Defendemos hoy más que nunca la educación pública como columna vertebral de una Nación que apuesta por la igualdad y el progreso", afirmó Celiz. El acto terminó con aplausos intensos. Antes de la desconcentración, Adiunt convocó a dar una vuelta más a la Plaza Independencia.
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