El concejal radical, Leandro Argañaraz, fue enfático al describir la situación ambiental en la capital y en la provincia. "Tenemos que ser realistas, Tucumán está detonado", afirmó esta mañana en una entrevista con LA GACETA.
La afirmaciones del edil se dan tras la declaración de la emergencia ambiental solicitada por el municipio capitalino, cuyo objetivo principal es erradicar basurales, limpiar canales y mantener espacios verdes. Ante esto, Argañaraz no escatimó en describir la gravedad del problema.
"Estamos ante una situación crítica. Hay más de 500 basurales en Tucumán, y la empresa 9 de Julio, encargada de la recolección de residuos, no está cumpliendo con el contrato, lo que agrava la proliferación de estos basurales en diferentes barrios".
Una solución integral y nuevas propuestas
En respuesta a este problema, el concejal anunció la presentación de un proyecto que propone dividir la ciudad en cuatro zonas para que distintas empresas se encarguen de la recolección de residuos. "La intención es acabar con el monopolio de la empresa 9 de Julio y tener un sistema más eficiente que permita sancionar o reemplazar a las empresas que no cumplan con sus obligaciones", explicó Argañaraz.
El proyecto, que ya cuenta con el apoyo de otros concejales como Ramiro Ortega (Fuerza Republicana), Ana González (Partido por la Justicia Social) y Gustavo Cobos (Unión Cívica Radical), ha sido tratado en la Comisión de Salud, obteniendo un dictamen aprobatorio, y se espera que pronto avance en otras comisiones. "La idea es que ninguna empresa pueda hacerse cargo de más de una zona, y que se mantengan las fuentes de trabajo", afirmó el edil.
Un problema de larga data y un desafío cultural
Argañaraz también reconoció que el problema de la basura no es solo de gestión, sino que tiene un componente cultural que hace más complejo su abordaje. "El problema es profundo, largo y cultural, pero si no rediseñamos el sistema de recolección y limpieza, no vamos a poder solucionarlo nunca", afirmó.
Por último, el concejal radical subrayó la necesidad de dejar de lado las diferencias políticas para abordar esta emergencia. "La situación no da para más. Tucumán está en una crisis ambiental que no se resolverá si seguimos aplicando las mismas recetas. Es hora de actuar por el bien común y poner en marcha soluciones integrales", concluyó.