Hace sólo algunas décadas, los niños soñaban con construir robots, los que luego fabricaban con latas y cartón. Hoy, los pequeños que sueñan con volcar toda su creatividad en la programación cuentan con opciones para volver su deseo realidad. Y esto es lo que demostraron siete alumnos de la academia digital Ombu Hub, quienes representaron a la provincia en la instancia nacional de las World Robotic Olympics (WRO) en el que obtuvieron un histórico cuarto puesto.

“Es todo un mérito de los chicos este logro, ya que además de ser una mención muy linda para la provincia, demuestra el potencial de los más jóvenes”, dijo Nicolás Caro, el profesor que acompañó a la comitiva a Salta, donde se realizó esta instancia.

Es que mientras hoy la robótica transforma industrias enteras, aprender sobre ello desde una edad temprana prepara a las nuevas generaciones para un futuro en el cual el dominio de la tecnología será clave en muchas profesiones.

Por eso, para estos niños ese cuarto puesto fue sólo el primer paso. “El año que viene estoy seguro que ellos van a ir por un podio”, comentó Nicolás, uno de los niños participantes quien entre sus anhelos tiene algo más que una medalla para Tucumán.

Aliados de la tierra

Isidro Omar Soria, Máximo Sequeira, Matheo Salmen, Jonas Dorna, Bautista Ovejero Novillo, Ismain Matías Omar y Simón Del Bel Boldrini, son los nombres de los chicos de entre siete y 11 años que representaron a la provincia en las Olimpiadas de Robótica, que este año tendrán como sede mundial Turquía.

“Participaron en la categoría Elementary de Misiones Robótica, junto a más de 13 equipos de otros lugares como Córdoba y Buenos Aires”, señaló Caro.

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¿De qué se trataba su proyecto? Un robot que dentro de una granja sustentable debía seguir tareas que los jueces le solicitaban, ya que la temática principal de la WRO fue “aliados de la tierra”.

“Nos volvimos más que satisfechos de ver todo el talento que tienen los niños tucumanos, que consideramos es impresionante”, refirió el profesor.

Luego, Caro dio los motivos detrás de esta afirmación. “Observamos cómo se desenvolvieron frente a los desafíos que les fueron indicados y vimos su creatividad en cada prueba en la que estaban solos y no guiados por sus maestros. Nos han dejado llenos de entusiasmo”, reforzó.

Es que los chicos no tan sólo tuvieron que construir ahí su robot, sino también cambiarlo según lo que se les pidió, además de crear elementos para él, hacerlo tomar decisiones en base a patrones como colores y darles toda la inteligencia a través de un código de programación.

“Para ellos esta experiencia fue muy buena porque fortaleció su confianza de cara los objetivos que se planteen en su futuro, porque les abre la cabeza para ser conscientes de que pueden crear cosas cada vez más interesantes”, consideró el mentor.

Apostar

El entusiasmo que dejó la WRO hizo que desde Ombu Hub ahora busquen poner en primer plano a Tucumán el próximo año.

“Nos postulamos para ser los anfitriones de la WRO a nivel nacional en 2025”, reveló Caro.

Un taller de robótica para divertirse aprendiendo

“Creemos que la provincia tiene la capacidad de recibir a diferentes instituciones de todo el país, agasajarlas y obviamente poder tener una hermosa jornada de competencia el año que viene”, comentó al respecto.

Y puntualizó: “Queremos y sabemos que somos un polo por donde han pasado grandes eventos, por lo que vamos a seguir apostando a dejar a la provincia lo más alto posible”.

Con respecto a ese deseo, por ahora todo marcha bien encaminado, pero hay que esperar la decisión final.

Educar

Aunque la robótica y la programación ya están instalados en el presente inmediato, Caro señaló que aún falta un apoyo educativo fuerte en este sector para las nuevas generaciones.

“Hay que educar a los chicos para que tengan mejores oportunidades en el futuro, porque vamos a convivir cada vez más con diferentes tipos de automatizaciones e inteligencia artificial robótica”, aseveró.

Al respecto, el experto mencionó que ya convivimos con aplicaciones de robótica, autos que se manejan solos. “En estas olimpiadas los chicos ya trabajan y aprenden a crear sus primeros robot o autos y ahí está la clave”, detalló.

Y algo no menos importante: Caro también quiso remarcar que dentro de los clubes de robóticas muchos niños pueden encontrar un lugar donde sentirse comprendidos.

“En la competencia escuché a un papá decir que a su hijo siempre le había costado sociabilizar porque sus intereses eran diferentes, y en la robótica encontró a amigos que tienen los mismos gustos y fue algo que lo ayudó a sentirse cómodo, a la vez que expresa su talento”, finalizó.