WASHINGTON, Estados Unidos.- Los dos astronautas atrapados en la Estación Espacial Internacional (EEI) desde junio ya están más cerca de volver a casa, con la llegada de una cápsula de SpaceX.

La misión de la compañía de Elon Musk, se acopló al laboratorio orbital, según mostró una retransmisión en directo, y volverá a la Tierra en febrero de 2025.

SpaceX lanzó su cohete Falcon 9 el sábado, pasadas las 13 horas en Cabo Cañaveral, Florida. Partió con una tripulación reducida de astronautas que forman parte de la misión Crew-9 y contaba con dos asientos vacíos reservados para los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams, que quedaron varados tras el fallo en los propulsores y las fugas de helio durante el despegue de un viaje de exploración que debía haber durado una semana.

La cápsula Dragon se acopló con la EEI en la oscuridad mientras las dos naves se elevaban a 426 kilómetros sobre Botsuana.

Unas dos horas después de haber completado el acoplamiento, el astronauta de la NASA Nick Hague y el cosmonauta ruso Alexander Gorbunov abordaron la estación y abrazaron a sus colegas mientras flotaban. ”Quiero desear la bienvenida a nuestros nuevos camaradas de Dragon Freedom”, declaró la comandante de la estación, Suni Williams. ”Alex, bienvenido a la Estación Espacial Internacional; y Nick, bienvenido a casa”, añadió. Hague ya pasó seis meses a bordo de la EEI en 2019.

Seguridad

La NASA trasladó a Wilmore y Williams a SpaceX tras las preocupaciones sobre la seguridad de su cápsula Boeing Starliner. Fue el primer vuelo de prueba de Starliner con tripulación, y la NASA decidió que las fallas que surgieron después del despegue eran demasiado graves y poco comprendidas como para poner en riesgo el regreso de los pilotos de prueba. Por lo tanto, Starliner regresó a la Tierra vacía a principios de este mes.

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A la NASA le gusta reemplazar a sus tripulaciones de la estación cada seis meses. SpaceX proporcionó el servicio de taxi desde el primer vuelo con astronautas de la compañía en 2020. La NASA también contrató a Boeing para vuelos de transbordador después de que se retiraron los transbordadores espaciales, pero el software defectuoso y otros problemas de Starliner provocaron años de demoras y más de U$S 1.000 millones en reparaciones.