En mi condición de jubilado, con 87 años cumplidos, a través del presente escrito, manifiesto mi más profundo y lamentable repudio a la deplorable y vergonzosa actitud adoptada por los “87 héroes” que avalaron con sus votos el veto aplicado por el Presidente, negándoles a los jubilados el miserable aumento de haber jubilatorio. Estos “87 héroes” para mí no son representantes del pueblo; son mercenarios que manotean los dineros del Estado a su antojo y paladar, otorgándose aumentos millonarios en sus dietas como si fueran dueños y patrones, que tratan a los jubilados como si fueran esclavos, y lo mismo hacen con los trabajadores. A estos “87 héroes” les hago saber que ustedes no son el Estado; el Estado es el pueblo, dueño y señor de todas las instituciones del país habidas y por haber, y ustedes son sus empleados, quienes al asumir sus cargos juraron ante Dios y la Patria respetar y hacer respetar lo que establecen la Constitución y las leyes. Por todo lo manifestado, en mi opinión, no hay sinceridad, humildad, honestidad ni vergüenza en todo lo que dicen y hacen. Para mí, las virtudes que dominan sus almas, sus espíritus y sus corazones son la avaricia, la miseria, la hipocresía, la prepotencia, el autoritarismo y la retórica; todo esto no es otra cosa que el verdadero espíritu contradictorio respecto de la Constitución y la Ley. También es poco de lo mucho que hay para enrrostrarle al Presidente y sus “87 héroes”. En definitiva, esta es mi opinión y, como dicen el sabio y los filósofos, “la opinión es más oscura que la verdad, pero más clara que la ignorancia”; y que Dios nos ampare y proteja a los gobernados, y que el asado que se sirvieron festejando la barbaridad que cometieron no les haya caído mal. Este escrito, para los “87 héroes” que celebraron con falsa alegría en amargo paladar junto a un indolente anfitrión .

Rubén Albornoz                                                                 

Yerba Buena - Tucumán