Un asunto sin dictamen que entró sobre tablas y obligó a poner a la Cámara en comisión. Un proyecto que no estaba cargado en el sitio oficial y pocos conocían su contenido. La alteración del orden del día para que sea el primer tema en ser tratado, con fundamentos poco claros que descolocaron a la oposición y no terminaron de quedar nítidos antes de la votación (se aprobó por mayoría).

Así, de modo sorpresivo y un tanto desprolijo, la Legislatura facultó al gobernador Osvaldo Jaldo para que pueda prorrogar el plazo de competencia de los jueces subrogantes abocados en régimen conclusional (expira el 1 septiembre de 2026). El oficialismo explicó que la urgencia estaba dada en que en unos días se vencen los mandatos y no pueden quedarse sin magistrados dado que hay miles de causas que aguardan una resolución.

Hay legisladores opositores que hasta ayer reconocieron que no tenían muy en claro el contenido del proyecto y que por eso se abstuvieron o votaron en contra. De todos modos, algunos consideraron que no está mal lo que se sancionó, aunque objetaron la manera y que se haya “empujado” con la mayoría oficialista.

“No es una travesura”

El presidente del bloque Justicialista, Roque Tobías Álvarez, pidió al inicio de la sesión la reserva de un proyecto sin dictamen que había presentado Sergio Mansilla (presidente subrogante), con el acompañamiento de Alfredo Toscano (vicepresidente segundo), Carlos Gallia y Alberto Olea. En el texto -presentado el día anterior- se pide que se incluya en la ley que crea el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM, 8.197) un artículo mediante el cual se autoriza al Poder Ejecutivo a prorrogar -excepcionalmente- las subrogancias de los magistrados penales afectados al Colegio de Jueces como a las unidades jurisdiccionales conclusionales hasta la fecha de finalización del Periodo de Resolución de Causas Pendientes (1 de septiembre de 2026).

Al no tener el texto disponible, la radical Silvia Elías de Pérez fue la primera en solicitar que el proyecto vuelva a comisión para su estudio detallado. El oficialista Gerónimo Vargas Aignasse remarcó que se trataba de “una cuestión estrictamente reglamentaria”, al tiempo que deslizó que hubo una mora de otro Poder en el tema, aludiendo al Judicial. “No podemos dejar sin jueces el fueron conclusional. No estamos violando el reglamento ni abusando de ninguna condición. Estamos resolviendo un tema que nos parece grave. Si alguien prefiere cuestiones formales a quedarnos sin jueces me parece que no le interesa la realidad de la gente”, desafió.

En medio del escepticismo y de las quejas opositoras, Mansilla aseguró que “no es una jugada política ni una travesura”, sino que trataban de solucionar “un problema de un Poder que dejó pasar el tiempo”. “Es un proyecto que nos llegó y lo hacemos para tratar de solucionar el tema. Estamos tratando de soslayar un error de otro Poder del Estado”, lanzó. En tanto que Agustín Romano Norri dijo que para evitar malas interpretaciones lo ideal hubiera sido que se comunicara de otro modo, al tiempo que advirtió que en el PE se van acumulan los pliegos para la designación de jueces.

Álvarez dijo que no era su intención justificar la mora, pero sí subrayó que el oficialismo no tenía ninguna intención de tener que dar nuevas prórrogas al régimen conclusional (vencía el 1 de septiembre de 2023, pero se lo extendió porque hay unas 9.000 causas abiertas bajo el viejo Código Procesal Penal). Fuentes legislativas señalaron que son cuatro los magistrados a los que se les vence el plazo y es preciso prorrogar la subrogancia.

“Imponiendo mayorías”

Luego del debate, Walter Berarducci remarcó que la mora que provocó el tratamiento a las apuradas es responsabilidad del Poder Judicial. El radical Manuel Courel, en tanto, cuestionó que se ceda al gobernador que subrogue de modo discrecional. “Lo más preocupante es la forma. Fue dentro del reglamento, pero debió pasar por varias comisiones. Aquí empujaron con la mayoría”, reprochó.

En las redes, Elías de Pérez calificó de vergonzoso el trámite. “No estaba ni en el sistema el proyecto. Todo rápido. Sin argumentos. A las apuradas. Bajando los votos. Imponiendo mayorías. La doble cara de Jaldo se hace evidente cuando por un lado se hace el republicano y libertario, y por otro muestra todas las mañas que hace 20 años venimos sufriendo los tucumanos en transparencia y justicia.”, comentó.