Un hecho histórico puede ocupar decenas de páginas de un libro o un par de centímetros cuadrados. Una estampilla reúne en su breve extensión una síntesis que remite a un episodio para recordar, un personaje a honrar o un momento destacado.
Guillermo Díaz integra el Centro Filatélico Tucumán (CFT) y es el máximo responsable de la muestra “Conociendo nuestra historia a través de sellos” que tendrá lugar hoy, desde las 18, en el Centro Cultural Mercedes Sosa (9 de Julio 720), dentro de las celebraciones de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán por el Día de la Ciudad.
Para empezar la entrevista con LA GACETA, aclara que no es una exposición. “Ese término se reserva para eventos que están reglamentados por la Federación Argentina de Entidades Filatélicas o la Federación Interamericana de Filatelia. Nosotros vamos a mostrar, fuera de reglamentos y de manera libre, algunas colecciones temáticas de los miembros del CFT. Se van a ver sellos postales, matasellos y otros elementos filatélicos en distintas colecciones; en mi caso, serán algunas hojas de mi colección donde relato la historia de nuestra independencia; otro socio, Manuel Barrera, hará lo mismo con uniformes militares; Omar Medina, un joven miembro, expondrá su colección de matasellos de localidades tucumanas, la mayoría del siglo XIX y postales de Tucumán hasta principios del siglo XX; y Edgardo Santillán, de países desaparecidos y sobres enviados en las campañas antárticas”, señala.
- ¿Cómo es posible conocer la historia a través de los sellos postales?
- Hay varias manera de estudiar y conocer la historia. La filatelia no es solo coleccionar sellos postales; también es estudiar otros elementos como los sobres, matasellos y enteros postales. Una manera es estudiando y analizando las imágenes. La Argentina, como todos los países, ha dejado plasmada su historia, su cultura, su geografía, sus ídolos populares y sus eventos importantes en sus estampillas. Son el disparador para la investigación sobre algún tema en particular. La otra manera es la historia postal, donde se analiza el recorrido de una carta desde que fue despachado hasta su destino. Esto sirve para analizar y comprender un período, por ejemplo un sobre enviado desde la Argentina a Europa durante la Segunda Guerra Mundial. También está la Aerofilatelia, que aborda la correspondencia enviada vía aérea; en mi colección tengo muy desarrollado un capítulo especial sobre la Flota Aérea Mercante Argentina dentro del período 1946 a 1950, una línea aérea de bandera que voló a destinos internacionales exclusivamente y fue una de las cuatro aerolíneas nacionalizadas para formas la actual Aerolíneas Argentinas.
- También está programada una charla...
- Estará a cargo de Adolfo de Boeck, miembro del CFT, y del historiador Juan Pablo Bulacio quienes hablarán sobre la batalla de Tucumán y su importancia en la independencia. La disertación estará ilustrada con material filatélico. Luego se abrirá una mesa de debate.
- ¿Cómo impactó la tecnología -como las redes sociales y el correo electrónico- en la filatelia?
- Es verdad que se envían menos cartas franqueadas con sellos postales, pero el material existente que existe es tanto y tan variado que va a servir para generar colecciones por varias generaciones. Igual, el correo físico sigue emitiendo sellos. Por otro lado, el acceso a internet nos permitió tener información y las redes sociales, a conectarnos con coleccionistas de cualquier lugar del mundo de manera instantánea. Un fenómeno que se dio en pandemia es que hubo un crecimiento de coleccionistas. En esos meses de encierro, muchos retomaron o continuaron con esta actividad o con las que comenzaron sus padres o abuelos. En ese tiempo nació el grupo de WhatsApp Canje Filatelia, que fundé junto a Fernanda Sosa de Olivos y Pablo Ceccini de Capital Federal, sin conocernos personalmente, que reúne a filatelistas de todo el país. Luego se generaron otros grupos de temáticas especificas y realizamos un censo de filatelistas argentinos. El comercio filatélico se realiza por esa vía, a través de subastas, compra a comerciantes o canjes. Por lo que viví estos años desde 2020, puedo decir que la tecnología no solo nos facilitó el acceso a la información sino también a la conexión. Para avanzar con las colecciones hace falta material de apoyo, catálogos y bibliografía filatélica, con libros y publicaciones sobre el tema o país que se colecciona. Desde el CFT compartimos nuestro conocimiento y material con todos aquellos que se acercan a nuestras reuniones; contamos con 35 miembros y en las reuniones semanales de los sábados (son desde las 17.30, en el Centro Mercedes Sosa) participan entre 10 y 18 miembros. Seguimos la consigna que propuso Alberto Maizel, un gran filatelista tucumano: tiene que haber un día, una hora fija y un lugar donde se haga filatelia. Nos visitan sin previo aviso coleccionistas de Santiago del Estero, Salta, Buenos Aires, e incluso un cubano de paso por nuestra provincia.
- ¿Hay nuevas generaciones sumándose?
- Sí, dentro del CFT hay nuevas generaciones, desde que empezamos trabajamos en atraer nuevos miembros. Para sorpresa de muchos que creen que la filatelia es algo para gente mayor, solamente en nuestro grupo tenemos socios que están en los 30 años e incluso menos. Trabajamos para ayudarlos a conocer que es este mundo, cómo manipular el material, el uso de catálogos, etcétera. En este punto, si bien todos colaboramos, destaco la labor de docencia que hace Diego Catania, poseedor de la mayor colección de sellos postales de elefantes del mundo, encargado de enseñar y guiar a los jóvenes.
Café cultural: actividad en la Casa Museo de la Ciudad
Organizado por el Centro de Estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Tucumán, esta tarde se realizará desde las 15 el Café Cultural en la Casa Museo de la Ciudad (Salta 532), donde habrá un concurso de cultura general, poesías, lecturas y la actuación en vivo de bandas de música, con el auspicio del municipio capitalino en el marco del festejo por el Día de la Ciudad.