El ministro de Salud, Mario Russo, presentó su renuncia, según informó el Gobierno, por "razones estrictamente personales". Sin embargo, trascendieron versiones sobre diferencias en la distribución de vacunas contra el dengue, un tema que habría generado tensiones con un sector del Ejecutivo. A última hora del jueves, se confirmó que el cardiólogo Mario Lugones, reconocido por su gestión al frente del Sanatorio Güemes, asumirá el cargo.
Lugones, quien estaba entre los nombres más resonantes para suceder a Russo, cuenta con una destacada trayectoria en el ámbito de la medicina privada, lo que se considera un activo importante para liderar el Ministerio de Salud en un contexto de tensiones y desafíos relacionados con la distribución de insumos críticos como las vacunas. Entre los posibles candidatos también figuraba Cecilia Loccisano, esposa del exfuncionario macrista Jorge Triaca, pero finalmente se optó por Lugones.
La renuncia de Russo marca la segunda salida de un ministro del gabinete de Javier Milei. Previamente, Guillermo Ferraro (Infraestructura) había dejado su puesto, aunque en ese caso, se trató de un desplazamiento decidido directamente por el Presidente. La salida de Russo, en cambio, se habría dado "en buenos términos", luego de que el exministro se reuniera con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo, para comunicar su decisión.
El desgaste de la gestión sanitaria, agravado por la reciente crisis en la compra y distribución de vacunas contra el dengue, fue uno de los factores que impactó la administración de Russo. Desde el kirchnerismo, el exministro Daniel Gollan denunció un supuesto favoritismo en la distribución de las dosis, señalando que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibió una mayor cantidad, lo que dejó desprotegidas a otras regiones del país.