El tema no era fácil, pero se habló. Se habló, de un lado y del otro. “El diálogo como herramienta para el abordaje de situaciones difíciles”. Así se titulaba el taller que brindaron anoche la licenciada Pilar Padilla y la psicóloga Mariana Ponce  en el Colegio de Psicólogos, en el marco del Mes de Prevención del Suicidio. Frente suyo en una de las salas del colegio y sentadas en unas sillas alrededor, estaban los asistentes al taller y entre todos hablaron sobre lo que cuesta hablar, pero que merece ser hablado.

Durante poco más de dos horas, Padilla y Ponce guiaron a los asistentes para derribar algunos mitos y comprender a quienes verdaderamente atraviesan momentos difíciles.

Ponce comenzó el taller, abierto a todo público, contando cuál había sido el disparador para llevarlo a cabo. “Yo trabajo en un hospital haciendo guardias psicológicas. Una vez acudieron a urgencias 10 personas con tendencias suicidas y eso me llamó  mucho la atención”, comentó la psicóloga.

Ponce aseguró que en su experiencia como profesional, atiende personas desde los 14 años hasta la tercera edad y que las tendencias suicidas no discriminan género pero “son las mujeres, en su mayoría, las que acceden a una internación cuando las necesitan; mientras que los hombres no suelen aceptar”.

ANTES DEL TALLER. Ponce y Padilla leen algunas de las pautas del taller.

Respecto a los mitos, la profesional de la salud mental contó que “no es cierto que si se habla de suicidio se produce un efecto contagio, ya que no hablar del tema dificulta el proceso de duelo que atraviesa una persona que perdió un ser querido por suicidio, por ejemplo, y tampoco es verdad que el que avisa no lo lleva a cabo; muchas personas intentan llamar la atención y buscar ayuda realmente”, aclaró.

Un taller necesario: hablar para evitar el suicidio

Por otro lado, Padilla, que lleva más de 20 años de experiencia como psicóloga clínica, explicó la importancia de encarar un “espacio genuino de diálogo, que implica acercarse honestamente a hablar con la persona para ella esté mejor y para intentar, a partir de ello, que cambie la situación”.

Consejos para dialogar

La licenciada, además, dictó pautas y consejos para lograr una conexión con la persona que se encuentra atravesando un momento difícil de la siguiente forma:  ¿Qué necesitamos para que suceda un diálogo? Se necesita voluntad de diálogo, lo que implica validar el sentimiento del otro evitando caer en el monólogo. Se debe mostrar respeto por su manera de hacer las cosas y, sobretodo, acercarse desde una postura de “no saber”, con humildad. El que escucha, además, debe valorar y tolerar los silencios en la conversación. Teniendo esas herramientas claras, se puede acompañar y ayudar a atravesar el momento doloroso o de angustia de un ser querido.

El diálogo, como primer paso para prevenir el suicidio

Para terminar el taller, se realizaron actividades en grupos de cuatro y cinco personas que incluían conversar e intercambiar opiniones personales de experiencias enfrentando este tipo de situaciones.

Información útil

Ambas quisieron dejar en claro cuáles son los carriles p correctos que tomar cuando nos enfrentamos a una situación así, dejando información que podría ser útil. Son varias las instituciones públicas que cuentan con guardias de atención al suicidio en la provincia para acudir en momentos de urgencia o para solicitar turnos programados con psicólogos o psiquiatras. Entre ellas están el Hospital Centro de Salud, Hospital Ángel Cruz Padilla, Hospital Presidente Nicolás Avellaneda, Hospital Nuestra Señora Del Carmen, Hospital Juan M. Obarrio y el Hospital Regional de Concepción Dr. Miguel Belascuain.

Las líneas de atención telefónica disponibles son dos: el número 135, perteneciente al Centro de atención al Suicida a nivel provincial, es atendido por profesionales de la salud mental y funciona de lunes a viernes las 24 horas; y la nueva línea telefónica nacional 0800-999-0091 que brinda orientación y apoyo en la urgencia de Salud Mental, también funciona las 24 horas del día.