Leyendo las últimas declaraciones de Su Santidad Francisco, hay cosas que estoy en desacuerdo con él. Por más que soy católico, no puedo dejar de pasar sus dichos contra el Gral. Roca y la Campaña del Desierto; es una cuestión con que los kirchneristas han generado una grieta demasiado grande que ha calado hondo en un personaje que hizo mucho en este país en los comienzos de la Argentina moderna del Siglo XX. La victimización de la cultura aborigen en manos de un acontecimiento que ha llevado al Gral. Roca a poner un orden contra indígenas que estaban arrasando la Patagonia, haciendo ultrajes de todo tipo llamados los “malones”, ha llevado a que la izquierda se agarrara de eso para decir que fue un genocidio. Hay que decir que este hombre puso fin a eso y que la Patagonia se ha salvado de estos personajes que eligieron la violencia como método; su objetivo era llegar hasta Buenos Aires. En cuanto a la represión brutal de los jubilados por parte de los protocolos antipiquetes de la Sra. Bullrich, en los que ciertos efectivos de la policía filtraron un video que era falaz al accionar donde estaba una niña de 10 años, ¿qué hacía una criatura de 10 años en medio de una manifestación de piqueteros y sindicalistas en vez de estar en una escuela estudiando? Los jubilados merecen el respeto que este país y estos gobiernos les deben desde hace muchísimos años desde el retorno de la democracia en 1983. Y para terminar, la imagen de un sujeto como Juan Grabois, que aprovecha la figura papal para sacar réditos personales como hizo la Sra. Kichner en el 2013 cuando Bergoglio asumió el pontificado. Justicia social, bien común, estoy de acuerdo, pero piqueteros, sindicalistas y demás que toman las calles de una metrópolis para protestar perjudicando a los demás ciudadanos que van a sus trabajos, no; y eso no puede seguir así. El derecho a protesta está correcto siempre y cuando se respete a la sociedad. El Papa está equivocado en la figura del presidente Roca; fue el mejor mandatario que tuvo el país; como todo humano tuvo sus errores, pero su lema era “Paz y Administración” e impulsó la Ley 1.420 de Educación, entre otras cosas. Para terminar, los kirchneristas se encargaron de demonizar a Roca, Sarmiento y tantos próceres más que han hecho un cambio radical para ese entonces en la República. Fueron tiempos difíciles; la decisión la juzgó la historia.

Fernando Esteban Saade 

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