Canciones entonadas en coro, recuerdos compartidos, sorpresas varias y mucha emoción caracterizó la primera edición del Gracias Totales Day en Tucumán, que tuvo lugar ayer en el Bar João, para homenajear a Soda Stéreo y a Gustavo Cerati, que continuaba al cierre de esta edición con música.

Objetos y música en un tributo especial y distinto a Soda Stéreo

La convocatoria respondió a la iniciativa de dos coleccionistas: Santiago Cohen y Santiago Acosta (ver notas aparte) expusieron los mejores objetos que atesoran desde hace años, y que los posicionan en un espacio distinto al de los simples fans. Mientras tanto, el Dj Adrián Calle y las bandas tributo Signamo, Circo Sonic y Propiedad Privada repasaban un repertorio que nunca pasó de moda y traspasó fronteras. En la movida intervino además Max Roberto.

ENMARCADOS. Santiago Cohen cuida su colección.

Dentro del universo de las anécdotas, Ana Dahn aportó las propias: fue la primera productora que trajo al trío a Tucumán con “La gira animal”, en diciembres de los años sucesivos de 1989 y 1990. “La decisión de traerlos fue un acicate, un desafío. Había luz y pasión en el Hotel Metropol donde se alojaron y en la conferencia de prensa que hicieron en Metástasis, donde Kike Marzoratti los recibió con masitas. ‘La fuerza emotiva de una canción trasciende su poesía’, afirmaron. Villa Luján esperaba a estos artistas únicos y talentosos en su primera llegada; desde las 17 horas el estadio empezó a llenarse sin disturbios y con la sensibilidad a flor de piel. Gustavo impregnó la magia con su guitarra y Zeta Bosio y Charly Alberti aumentaron las chispas. Cada tema, cada acorde nublaba la razón... Después fuimos a comer pastas caseras a La Nona, con la idea de qué iba a quedar cuando pase el temblor; pero nunca pasó... quedaron en mi corazón su sencillez, su talento y su enorme humanidad en cada letra”, evocó.

GRAN CARTEL. El lanzamiento y la estampilla de Cerati.

“El sound track de mi vida”

Lo mejor de la colección de Santiago Acosta

“Cuando estuve feliz, triste, enamorado, trabajando, Soda Stéreo sonó de fondo. Es el sound track de mi vida”, confiesa Santiago Acosta. “La idea nació hace seis años, con la creación de mi proyecto MuseoStereo, para compartir desde el coleccionismo una parte de la historia de una de las bandas más influyentes del rock en español”, afirma. De sus objetos, valora en especial el disco en vinilo de “Canción animal” en la primera edición venezolana y firmado por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti, pero tiene más: “de Cerati reservo un vinilo de ‘Fuerza Natural’, primera edición de 2009 que está sellado aún, y una lista de temas intervenida en una parte con puño y letra de Gustavo de un show que brindó en 2007 con Spinetta como músico invitado”. Aún recuerda qué hacía cuando se anunció la muerte de Cerati: “lo escuché por radio mientras iba manejando y fue un dolor muy grande, se apagó la ilusión de que algún día despertaría; por otra parte, fue un alivio el saber que ya no tendría más dolor, tanto él como su familia”. Reivindica a la bandas tributo “porque son lo más cercano que se puede estar a escuchar sus temas; la mejor no es tanto la que suena igual, sino la que respeta la estructura de las canciones y te transmite algo, como me pasó con el grupo tucumano Luna Hostil”. No es lo mismo un coleccionista que un fanático, aclara: “el primero es más frío, busca figuras difíciles y va acumulando; en cambio el fan es el que hace parte de su vida a la banda. En mi caso, juntar ambos mundos es hermoso”.

La colaboración menos esperada: Thalía grabó "Persiana Americana" con Charly Alberti, baterista de "Soda Stereo"
CREDENCIAL. Documento del show de 1984 en el Astros.

“Desde los 13 años”

Santiago Cohen defiende ser sodero

“Conocí a Soda Stéreo a los 13 años, y fueron desde entonces el motor de mi vida, no sólo en lo musical sino en forjar lazos de amistades que perduran y seguir conociendo gente con la misma intensidad que tengo yo en coleccionar todo lo que salga de la banda. Soy Sodero, recibo todo el tiempo mensajes o cosas que me gustan o interesan. Es el 50% de mi vida; el resto, la familia”, asevera Santiago Cohen. Su colección “sigue aumentando cada día desde el secundario, cuando me propuse juntar todo lo que saliera del trío”. No le fue fácil mostrar los objetos que tiene, pero su entusiasmo lo lleva a anunciar que “a futuro, queremos hacer una exposición más grande nacional con gente de Neuquén y de Buenos Aires”. Guarda la entrada de un show de Soda con Virus; una púa de Zeta Bosio; afiches, flyers y entradas de la gira 89 por Salta y Tucumán; la credencial de un fotógrafo del primer gran show que tuvieron en el Teatro Astros en 1984 y un imponente afiche de la Gira “Siempre es Hoy” en España de 2004. Cohen rechaza la idea de que haya sido un grupo liviano en sus canciones: “se los acusaba de plásticos pero la movida de rock nacional en esa época era puro rock folk, León Gieco, Serú Girán, Nito Mestre, Raúl Porchetto, Celeste Carballo, Ricardo Soulé... Soda, Sumo, Los Encargados, Virus, Los Helicópteros y tantas otras venían a dar vuelta ese rock lento que había en el país. Actualmente no hay ninguna banda o solista con su nivel de profesionalismo, musical, letrístico y de producción”, subraya.