La advertencia pronunciada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) hace algunos años parece haber caído en saco roto. En 2022, el organismo alertó al mundo sobre la mala calidad del aire que respiramos. Además advirtió que esa es la causa de cerca de 13 millones de muertes al año en el mundo. Ante esto, mediante un modelo informático, un grupo de expertos tucumanos en conjunto con investigadores de la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental descubrieron que la quema de biomasa podría ser la causante de 900 decesos al año en la provincia.

Los datos serán presentados la próxima semana en un congreso virtual del que participan referentes de todo el planeta. En ella, Susana García, médica y toxicóloga, explicará cómo obtuvieron esas proyecciones y cuál es su impacto en la salud.

“En Tucumán cada año se registran 8.463 fallecimientos por causas no accidentales, es decir, enfermedades que tienen otros orígenes. Varios de ellos podrían relacionarse con efectos de la contaminación. Mediante un software informático de la OMS, se pudo calcular que el 10% de esas muertes, casi 900, podrían atribuirse a la mala calidad del aire. Puede deberse a múltiples fuentes de contaminación, pero quemas agrícolas, tránsito automotor y combustión de biomasa son las más frecuentes en la provincia”, relata la experta en una entrevista con LA GACETA.

Científicos monitorean la calidad del aire en Tucumán: los valores duplican lo recomendado por la OMS

“En Tucumán se agrava el panorama porque los niveles de contaminación con particulado se duplican en los meses de invierno a raíz de la quema de pastizales y caña. Si esto no ocurriera, los niveles contaminantes en aire bajarían y se podrían evitar más de 500 muertes por año”, advierte García.

Los expertos consultados entienden que si bien los cultivos de caña azucarera y cítricos son un soporte significativo a la economía de Tucumán, su manejo involucra un aumento en la circulación vehicular por caminos de tierra y quema de residuos agrícolas (rastrojos) y forestales. Esto, en un contexto de sequía invernal y en una región montañosa con marcados episodios de inversión térmica, exponen a los tucumanos a altísimas concentraciones de partículas muy dañinas para nuestra salud.

Preventivo

La mala calidad del aire en la salud de la población mundial continúa generando evidencia que apunta a daños significativos en la salud. “El material particulado, especialmente PM 2.5, no se queda solo en los pulmones, sino que es capaz de ingresar al torrente sanguíneo y causar enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y serias patologías respiratorias”, enumeró la especialista. “Incluso cáncer”, suma.

Para la médica toxicóloga contar con herramientas de análisis de estas características permite avanzar hacia lo que llaman “epidemiología preventiva y predictiva”. “No necesitamos contar los casos de fallecimientos que llegan a los hospitales, pero tenemos que anticiparnos. Monitorear la calidad del aire nos permite conocer que si seguimos sosteniendo las causas que generan las altas concentraciones de particulado en el aire, habrá 500 muertos más al año en el futuro”, explica. “Es cuestión de reunirnos en una mesa y pensarlos con seriedad”, agrega.

No obstante, la investigación todavía no llegó a manos de funcionarios locales y recién está por ser expuesta en el II Congreso Virtual Iberoamericano de Salud Ambiental y el I Congreso de la Red de Toxicología de la Red Latinoamericana y del Caribe que se realizarán entre el lunes y el viernes.

“Somos una red que trabaja en investigar la contaminación química, física y biológica. Mediante una colaboración con el INQUINOA-Conicet aportamos las herramientas para que puedan traducir sus resultados en datos vinculados a la salud”, detalla.

UN GRAVE PROBLEMA. Las afecciones respiratorias causan decesos. archivo

La OMS desarrolló AirQ+ como una herramienta informática diseñada para llevar a cabo este tipo de evaluaciones, proporcionando un enfoque integral en la lucha contra la contaminación del aire y sus efectos adversos en la salud pública.

Hace poco, en una entrevista con LA GACETA, Rodrigo Gibilisco, doctor en Química y especialista en atmósfera, advirtió que Tucumán es la provincia más contaminada del NOA, con niveles que reducen la expectativa de vida en hasta dos años.

Desde 2023 Gibilisco, miembro del Laboratorio de Investigaciones Atmosféricas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y su equipo, han colocado sensores y filtros para monitorear el aire en diversos puntos de la provincia y de la capital. El trabajo ya obtuvo datos precisos para entender cuán contaminado está el aire que respiramos los tucumanos que fueron los que se emplearon para este revelador hallazgo.