Así como hace un año y medio se había urgido desde la Nación a la provincia y a los municipios a presentar proyectos de obras para llevar a cabo con fondos federales, el cambio de gobierno y la nueva política nacional de cortar los envíos de dinero con este objeto han generado situaciones problemáticas que son como un nudo gordiano, de difícil solución. Eso ocurre en el acceso principal a la ciudad Alberdi, por calle Lídoro Quinteros, que permanece bloqueado desde hace más de dos años, y los trabajos para reactivarlo permanecen suspendidos desde diciembre pasado sin que se avizore una salida a esta situación.
Se trata de un sector considerado de alto riesgo en razón de que en ese nudo vial empalma el camino que conduce a la traza nueva de la ruta 38 y pasa la traza vieja, que tiene un movimiento diario de 5.000 vehículos, según Vialidad de la Nación. En el acceso por esta calle se han puesto señales de plástico que obligan a bajar la velocidad pero también generan confusión entre quienes manejan vehículos, situación que se repite en los accesos norte (calle de tierra) y sur. Además no hay señalizaciones adecuadas que orienten a los conductores que no conocen la ciudad, según relató un vecino. En el bloqueado acceso principal son cotidianos los roces, las frenadas y los accidentes de motociclistas, se explicó.
En septiembre del año pasado se puso en marcha la obra de construcción de una rotonda diseñada “para mejorar el ordenamiento, la capacidad y la seguridad de la intersección en la que convive el tránsito liviano y pesado”, de acuerdo a un informe de Vialidad Nacional. Pero el acceso estaba clausurado desde varios meses antes, lo cual generó problemas de circulación a los vecinos y a los comerciantes de la calle Lídoro Quinteros. “El tráfico está desviado hacia otro sector de la ciudad. La cantidad de gente que venía a comprarnos se redujo sensiblemente hace tiempo cuando bloquearon el ingreso. Ahora con la crisis la situación es peor”, dijo un comerciante.
El intendente dijo que la obra estaba paralizada por algunas trabas legales que se planteaba ante la necesidad de expropiar un sector en que se prevé intervenir con el proyecto, lo cual ya fue superado con la adquisición del terreno y ahora sólo se espera que Vialidad de la Nación reanude los trabajos. Estos se hacen con una empresa privada, para lo cual hace falta dinero federal. El municipio y la provincia esperan que se avance con esta obra considerada prioritaria, según explicó el intendente.
Como en estos asuntos hay una gran expectativa y fuerte incertidumbre con respecto a lo que se va a lograr en las negociaciones por las obras públicas con la Nación, correspondería que mientras tanto se busque el modo de atenuar los daños que genera la obra paralizada, tanto entre comerciantes como entre vecinos y automovilistas, motociclistas y otros conductores de vehículos que usan la ruta en ese sector. Esto es, cuidar la señalización y la iluminación, ver el modo de que los caminos alternativos de circulación estén en buenas condiciones y pujar para que se encuentre el modo de concluir la obra y cumplir con la palabra empeñada con la comunidad cuando se decidió hacer este proyecto considerado prioritario para esta ciudad del sur.