A un mes después de inaugurar su tan esperado local de empanadas tucumanas, "Gladys La Bomba Tucumana" se encontró en el centro de una controversia al recibir una carta documento que le exige el pago total por un servicio de renderizado utilizado en el diseño de su negocio, ubicado en Recoleta. Según la información que se reveló América TV, la cifra adeudada ascendería a $700.000, lo que representa el 70% del total del proyecto.
La fachada, tanto interna como externa del local, destaca por su color amarillo, un homenaje directo a la legendaria pollera que hizo famosa a Gladys con su emblemática canción. El local cuenta además con una barra con cuatro banquetas para que los clientes puedan disfrutar de sus empanadas in situ y varias sillas para aquellos que prefieren esperar sus pedidos.
Fernanda Iglesias se refirió al tema al destacar: “Una persona conocida le hizo todo esto. Toda la decoración y arquitectura. Es mujer y es conocida por ser arquitecta” y explicar que las disputas comenzaron luego de que la cantante solo abone el 30% del trabajo. Incluso, la panelista presentó a cámara una copia del telegrama que se le envió a la dueña del local con la intención de que regularice su deuda. Fue entonces cuando Iglesias dio el nombre de la persona que no recibió el total de lo presupuestado: “La arquitecta es Daniela Vera”, haciendo alusión a la expareja del abogado Roberto Castillo y actual pareja de la bailarina Cinthia Fernández, quien también es panelista del programa.
La palabra de Gladys tras ser denunciada
Gladys, por su parte, negó deberle dinero a la arquitecta. En declaraciones al programa, la cantante se mostró sorprendida por la acusación: “¿En serio me estás hablando de Dani? Me ponés como en shock porque digamos... me llegó una carta documento que la verá mi abogado que justamente es Roberto Castillo, me sorprendí no gratamente. Había una relación de buena onda por Roberto, y ella me caía muy bien, y ahora estoy sorprendida porque no entiendo cuál es el fin de todo eso. No debo nada”
Según la artista, el trabajo realizado se abonó en tiempo y forma: “Fue un render y punto, y nada más, uno que necesitaba para mi negocio que iba a abrir, no hubo decoración ni diseño de nada, porque todo eso estaba en mi cabeza, que es muy creativa, gracias a Dios. Llegamos a un acuerdo de dinero por ese render y nada más. Siempre hubo un trato cordial, de hecho he cantado gratis para cumpleaños de ella, o sea, buena onda. Mi show vale plata porque soy una artista y vivo de cantar, como ella vive de lo que yo sí le pagué”.
Incluso, visiblemente molesta, Gladys continuó: “Que a mí que no pretenda estafarme ni nada porque yo tengo abogados y voy a recurrir a la Justicia por estafa, por evasión impositiva y un montón de cosas que sé de ella. No soy yo la persona indicada para que le hagas esto, Dani. Yo no vivo de ningún hombre ni de nada. No voy a permitir que nadie haga usufructo de algo que es mío, bien ganado con laburo. Me sorprende ingratamente esto que contás y lo que llegó a mi local. Y tengo todas las pruebas. Averigüen si en esta vida le debo una moneda a alguien”.
Cabe recordar que en marzo de este año, Gladys había anunciado que dedicaría sus esfuerzos al mundo gastronómico, al concretar un sueño que había acariciado durante años. La apertura de su local de empanadas tucumanas representaba un nuevo inicio en su carrera, un paso significativo fuera del ámbito musical en el que se destacó por décadas.