Ayer por la tarde noche se dio a conocer el primer parte médico de Jorge Lanata por parte de la clínica Santa Catalina, el centro de neurorehabilitación del barrio de San Cristóbal a donde el periodista fue trasladado tras su larga internación en el Hospital Italiano.
Lanata había sido trasladado a la clínica desde el Hospital Italiano de Buenos Aires el miércoles 11 de septiembre. Un día antes, ese centro de salud había solicitado el traslado del periodista.
Luciana Geuna habló sobre la salud de Jorge Lanata: "Habla, respira y mira series"Ese día había trascendido un último parte médico del Italiano en el que informaban que Lanata continuaba internado en Terapia Intensiva desde el 14 de junio, con traqueotomía, soporte ventilatorio invasivo nocturno y en proceso de rehabilitación. También apuntaban que, "desde lo neurológico (el paciente) continúa con encefalopatía expresada con delirio y desorientación", pero "en contexto de estabilidad clínica".
"En contexto de esa estabilidad, se considera traslado a centro de neurorehabilitación para continuar con su evolución", determinaron desde el Hospital Italiano, sobre el traslado. Un día más tarde, el 12 de septiembre, Jorge Lanata cumplió 64 años.
¿Qué dice el nuevo parte médico sobre la salud de Jorge Lanata?
"Actualmente se encuentra conectado a ventilación mecánica durante la noche, mostrando buena tolerancia a la desconexión durante la jornada diurna", dice el documento que compartió su esposa Elba Marcovecchio en Instagram.
El documento médico reza que es "estrictamente confidencial", pero la mujer del periodista optó unilateralmente por darlo a difusión. El papel está firmado por la directora del área de Neurorehabilitación y el director médico general de la institución y brinda más precisiones sobre cómo transita las horas Lanata durante su internación: "En cuanto al estado neurológico, presenta encefalopatía exteriorizada con desorientación y episodios de excitación intermitentes".
Hoy, el periodista cumplirá su primera semana de internación en la Clínica Santa Catalina, en una más de las que atravesó durante los últimos años. "Nos reconoce y contesta como puede. Obviamente tiene días mejores y días peores, pero de a poco está aprendiendo a respirar de nuevo por sus propios medios. Si bien tiene una traqueotomía, ya aguanta más de 12 horas desconectado", comentaron sus hijas, Bárbara y Lola.