El nuevo River de Marcelo Gallardo despertó, y justo frente a Atlético Tucumán. El “Decano” empezó a transitar la noche del Monumental de la mejor manera, pero la jerarquía del anfitrión lo tornó víctima de una goleada 4-1 que lo dejó golpeado y con las manos vacías. 

Tras su mini pretemporada y como ensayo general previo a su visita a Colo Colo, el “Millonario” entregó sus mejores momentos futbolísticos desde el regreso al banco del “Muñeco”. Y eso fue demasiado para un Atlético que se puso en ventaja temprano pero no pudo sostener y que pudo haber marcado algún tanto más, pero también perdido por goleada.

De entrada, los hinchas “millonarios” pidieron por la Copa Libertadores, anticiparon el superclásico con Boca y dejaron en claro que para ser campeón “esta noche hay que ganar”. Pero claro, no contaban con la astucia del “Colorado” Facundo Sava para plantear de entrada un esquema que complicó al anfitrión.

Así llegó el golazo de Atlético, tras una sucesión de toques en velocidad que pusieron de relieve una fragilidad defensiva que River parecía haber superado en los últimos partidos. Sin Paulo Díaz como ladero, Germán Pezzella se sintió inseguro. Y el hombre de la selección cerró débil: pelota ganada por el eléctrico Renzo Tesuri y remate al gol del talentoso Franco Nicola, desparramando a Franco Armani.

La buena noticia para el “Decano” era no solo que ganaba, sino que dejaba en claro su falta de complejos a la hora de visitar Núñez. La mala noticia era que le quedaban 80 y pico de minutos por delante.

Y la punta en soledad le duró al equipo tucumano poco más de diez minutos. Por un rato, resistió firme y ordenado. Pero la sobreabundancia de volantes de buen pie y laterales lanzados al ataque del anfitrión terminaron haciendo mella, paradójicamente en una jugada de pelota parada y con un cabezazo de pique al suelo de Leandro González Pires.

De todas formas, el costado izquierdo de la defensa local continuó facilitando la tarea de un Atlético que seguía demostrando su hambre de victoria. Hasta que volvió a aparecer Borja, en su peor y mejor versión, ahora sí para gritar gol: falló un cabezazo increíble debajo del travesaño, su muslo y posteriormente el VAR corrigieron su error para que River lo diera vuelta.

Entonces sobrevino el peor momento de un Atlético “groggy”, desbordado por todos lados. Para fortuna del “Deca”, Tomás Durso estuvo monumental para frustrar el gol del campeonato (chilena del “Colibrí” colombiano) y llegar al intervalo apenas un tanto por debajo en el marcador.

¿Qué haría Sava?, se preguntaban por entonces los hinchas del “Decano”. Tal vez Gino Peruzzi atacando por derecha como revulsivo y una torre como Marcelo Estigarribia para aprovechar las dudas del fondo “millonario” podrían ser de utilidad. 

El “Chelo” ingresó enseguida por el “Pulguita” Rodríguez, al que le costó el primer tiempo. El ingreso de Peruzzi se hizo esperar hasta promediar el complemento.

Atlético le saltó a la yugular a River en el reinicio y Mateo Bajamich sacudió el palo. El anfitrión no pudo cruzar la mitad de la cancha por más de cinco minutos. 

Pero llegó el jugadón del “Huevo” Acuña y el debut goleador de Maxi Meza para que River asegurara su primera victoria liguera desde el regreso del “Muñeco”. Y con goleada final, porque Atlético se fue del partido y Facundo Colidio acertó con el cuarto. 

Pese a haber redondeado una actuación digna, Atlético se vuelve a Tucumán con una mueca triste por el dolor de no haber sido. La punta provisional de la Liga estaba al alcance de la mano, pero en la noche del viernes el “renacer” del River de Gallardo se la terminó sacando del “buche”.