Aunque los destinos turísticos de La Rioja no suelen tener tanta difusión como otros más populares del país, la provincia norteña guarda paisajes maravillosos. Uno de ellos es un oasis natural con una flora y fauna imperdible a tres horas de la capital al que se puede llegar en auto. El viaje, aseguran quienes lo visitan, vale totalmente la pena.

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La Quebrada de los Cóndores o Quebrada del Cóndor está ubicada a 190 kilómetros de La Rioja capital. Pese a que solo 20 kilómetros separan al paraje natural del departamento de Chamical, no hay un camino directo, por lo que la vuelta se extiende por casi 120 kilómetros tomando la ruta 38, luego la 29 y 30 y finalmente el camino de Sierra de los Quinteros hacia la quebrada.

Fin de semana de turismo a la Quebrada de los Cóndores

En el corazón de los llanos riojanos, una reserva aguarda a los viajeros ansiosos por vivir una experiencia de pleno contacto con la naturaleza. La quebrada toma su nombre de la presencia del cóndor, un ave autóctona majestuosa que los biólogos buscan proteger todo lo posible. Estos imponentes animales sobrevuelan las llanuras ofreciendo un espectáculo único a los viajeros.

Al llegar al puesto rural Santa Cruz de la Sierra, que es la base de la reserva natural, se ofrecen hospedaje, visitas guiadas y paseos a caballo. Estos últimos permiten llegar hasta el mirador del cóndor, el punto que ofrece la mejor vista posible del lugar.

Quienes llegan a la Quebrada de los Cóndores aseguran que es un lugar para descansar a pleno y desconectarse un poco del ajetreado ritmo de la civilización. Destacan la cordialidad “casi silenciosa y cálida” de los anfitriones: los lugareños que habitan el tranquilo paraje.

Cómo llegar al mirador del cóndor

Para tener acceso al mirador más privilegiado de la zona, la opción más recomendable es subir a caballo. El viaje es breve pero requiere su ritmo: son seis kilómetros intensos de superación de rocas gigantes y vertientes de un agua casi cristalina. Pero en el último trecho es casi obligatorio abandonar los caballos para seguir subiendo a pie.

Para terminar el día, hay lugares donde descansar como la Posta Los Cóndores que tiene habitaciones estilo colonial con paredes de adobe y acabados en madera. Por la noche, por la lejanía de la quebrada de la ciudad, el mayor espectáculo es observar el cielo para ver la luna y las estrellas.