Siete años de vida tiene el Ballet Municipal de Adultos Mayores “Gracias a la Vida” y los celebrará esta noche en el escenario del teatro Rosita Ávila (Las Piedras 1.550) desde las 20, con la participación de la Academia Raíces de mi Patria y el grupo de bombistos Almas Legüeras. Estarán Diego Guzmán, Anthonella Mata Salazar y Roly Tenko.

Todo comenzó en 2017, como un taller de danza folclórica en el Centro Cultural Mercedes Sosa (cuando funcionaba en la plazoleta Dorrego). “Con el correr del tiempo fueron aumentando los integrantes y surgió la iniciativa de un grupo de pioneros de formar un grupo municipal. El nombre resumió lo que representaba para ellos la danza como motor para la socialización, para volver a compartir, para sentirse útiles, activos y fundamentalmente como una inyección de Vida. El elenco se fue ganando respeto y admiración en cada acto del municipio y otras entidades donde eran invitados, con la única y valiosa retribución de los aplausos. Hemos ido evolucionando técnicamente, incorporando más estilos con un vestuario acorde a la calidad coreográfica lograda”, destaca la directora Myrian De Amicis.

“La contención artística a los adultos mayores se ha convertido en una política de Estado, ya que el arte es considerado como una terapia; por eso en la actualidad se habla de Arteterapia y en particular el baile mejora la motricidad fina, alivia el dolor y la rigidez, disminuye la presión arterial, desarrolla la habilidad mental -incluida la memoria- y fortalece la socialización, indispensable para todo ser humano. En ese contexto, la danza folclórica en los adultos mayores se ha ido masificado en gran medida y existen muchos espacios culturales donde se incorporó esta actividad, pero se hace difícil mantener los gastos sin apoyo oficial”, reconoce.

Respuesta del público

La coreógrafa remarca que “la mayor realización para un artista es la respuesta del público; los profesionales llevamos la gran responsabilidad de capacitarlos y transmitirles no solo las técnicas y los distintos estilos, sino también el amor por lo auténticamente tradicional, manteniendo vivo el espíritu de la música que identifica a cada región de nuestro país”. “El folclore trata de tradiciones, de hechos sociales y estéticos compartidos por la población y que suelen transmitirse de generación en generación. Habla de un saber popular e incluye los bailes, la música, las leyendas, los cuentos, las artesanías y las supersticiones de la cultura local, entre otras manifestaciones multidimensionales”, reivindica en torno al género expresivo elegido.