“Cada uno intenta sacar su ventaja y es normal. Están jugando contra la mejor selección del mundo”. La frase corresponde a Rodrigo De Paul y la pronunció instantes después de la derrota 1-2 contra Colombia en Barranquilla. El mensaje del volante plantea un escenario que se dio y que seguramente se repetirá en todos los compromisos que el equipo de Lionel Scaloni deba afrontar de aquí en adelante. O al menos, en muchos de ellos.
La pregunta a la que respondió De Paul tuvo que ver con el agobiante calor que azotó a los protagonistas durante el duelo que se jugó en un horario poco habitual. Pero la respuesta abarcó más: apuntó a que, contra Argentina, cada rival hará lo posible para inclinar la cancha a su favor, tratando de lograr hacerle morder el polvo al campeón del mundo.
Y es normal. Como dice De Paul, Argentina es el campeón mundial y también es dos veces campeón de América. Por eso todos quieren darse el lujo de ganarle. Y en ese sentido, los recursos incluyen obtener todas las ventajas posibles tanto dentro como fuera de la cancha. “A veces nos toca ganar como la otra vez contra Colombia y esta vez nos tocó perder”, dijo también De Paul. Y así como él, el resto del equipo también tomó la derrota con normalidad.
Esa es una primera gran señal: que un equipo tan acostumbrado a ganar no dramatice ante una derrota. Ahora, el desafío será poder ganar en condiciones adversas.
Aún siendo subcampeón de América, para Colombia fue casi una hazaña ganarle a Argentina. Además del calor, también se hizo sentir un clima claramente hostil, con silbidos estruendosos desde que sonó el himno argentino. Y después, con el triunfo parcial, empezaron las artimañas: jugadores con molestias físicas, demora en la entrega de pelotas y también en cada saque de arco, lateral o pelota parada.
Es normal, claro. Lo hacen prácticamente todos los equipos cuando van ganando. Pero también es cierto que, cuanto más duro es el rival al que se está venciendo, mayor es la exacerbación de esas artimañas.
Con la polémica por el penal que derivó en el gol del triunfo de James Rodríguez todavía muy vigente, la sensación que queda es que Argentina no mereció perder. Pero también, que Colombia, sacando ese fallo arbitral, hizo sus méritos: golpeó en momentos claves, supo controlar a los delanteros argentinos y también pudo vulnerar a un mediocampo de bajo nivel y a una defensa que no se mostró tan firme como en otras oportunidades.
“A nivel psicológico ellos tuvieron un empujón y a nosotros nos puso un poco nerviosos”, dijo Scaloni tras el partido.
Más allá de que expresó su disconformidad con el horario del partido y también se mostró ofuscado con la actuación del árbitro chileno Piero Maza, el DT tiene en claro que buscar excusas no es la salida; nunca lo fue. “Corregiremos los errores para seguir mejorando, como hacemos siempre”, apuntó. Porque esta Selección, pese a haber ganado todo, no se duerme en los laureles e intenta superarse a cada paso.