El conflicto aeronáutico en Argentina se agrava con nuevas asambleas sorpresa convocadas por los trabajadores de Intercargo. Estas acciones, organizadas por los empleados de rampa nucleados en la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), fueron anunciadas con poca anticipación y comenzarán este martes a las 18 en Aeroparque, extendiéndose posteriormente a Ezeiza, Córdoba y Mendoza. Durante las asambleas, los pasajeros podrán desembarcar, pero no se realizarán operaciones de descarga de equipajes, lo cual afectará a varias aerolíneas, incluyendo Flybondi y JetSmart.

Desde la Secretaría de Transporte calificaron estas medidas como "sorpresivas e intempestivas", describiéndolas como "paros extorsivos camuflados como 'asambleas'". La estatal Intercargo, que presta servicios de rampa a diversas aerolíneas internacionales y locales, no incluye a Aerolíneas Argentinas en sus operaciones, por lo que esta última no se verá afectada. La tensión escaló después de que el Gobierno impusiera una conciliación obligatoria que buscaba frenar las asambleas inicialmente programadas para el lunes.

La medida de fuerza también tiene un trasfondo político, ya que los gremios han criticado la gestión del Gobierno y defendido a Pablo Biró, líder sindical de APLA, quien enfrenta intentos de ser removido del directorio de Aerolíneas Argentinas. Edgardo Llano, secretario general de APA, argumentó que estas acciones son parte de una política del Gobierno para eliminar sindicatos y privatizar empresas estatales. El Gobierno, por su parte, ha acusado a los sindicatos de usar a los pasajeros como rehenes y ha amenazado con sanciones y descuentos a los trabajadores que interrumpan las operaciones aéreas.

El conflicto refleja una escalada en las tensiones laborales en el sector aeronáutico, con un impacto significativo en las operaciones de vuelos y en los pasajeros. Los gremios, que ya habían llevado a cabo acciones similares durante agosto y principios de septiembre, han convocado a más asambleas, subrayando la importancia de la unidad entre los trabajadores ante lo que perciben como ataques del Gobierno hacia sus fuentes de trabajo y la política aerocomercial del país.