La avena es un alimento rico en diversos nutrientes e ideal para consumir si se busca aumentar la masa muscular o en dietas que ayudan a bajar de peso. En este marco, los profesionales de la salud remarcan la importancia de consumirla en su justa medida y los efectos que este cereal puede tener en nuestros riñones.

Tres maneras fáciles e innovadoras de utilizar la avena para mejorar nuestros desayunos

Unos riñones sanos son importantes para la salud, pero una buena salud también es importante para evitar problemas en los riñones. Por eso, además de la alimentación, conviene tener ciertos hábitos que puedan beneficiarnos, como hacer ejercicio de manera habitual, dormir lo suficiente, reducir nuestros niveles de estrés, evitar el alcohol y el tabaco y cuidar la alimentación.

Los efectos de la avena en los riñones

El consumo habitual de avena ayuda a disminuir los niveles de colesterol y azúcar en sangre. Su contenido en fibra soluble ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, sobre todo después de comer, lo que beneficia a las personas con diabetes, es también una buena fuente de grasas insaturadas, lo que ayuda a disminuir el LDL o colesterol malo. 

Además, la avena es rica en nutrientes como magnesio, potasio, folato y vitamina B6, que tienen un papel importante en la salud del corazón, manteniendo el regular el ritmo cardiaco, favoreciendo la función muscular y nerviosa y mejorando en general la salud del corazón.

En definitiva, incluir la avena en nuestra alimentación puede ayudarnos a prevenir problemas de salud que podrían llegar a causar daños en los riñones.

Cuando el riñón está sano, una dieta equilibrada, rica en fruta y verduras y variada es lo mejor. Eso sí, cuando existe algún tipo de patología previa, lo mejor es ceñirse a los consejos de nuestro médico, porque hay alimentos que mientras se está sano son beneficiosos, pero que pueden no serlo tanto si se tiene alguna enfermedad.