La longevidad es un fenómeno fascinante que se concentra en ciertos lugares del mundo, conocidos como "zonas azules". Estas regiones captaron la atención del escritor y explorador Dan Buettner quien investigó por qué hay poblaciones que viven significativamente más allá de los 100 años. En estas ciudades la esperanza de vida es extraordinaria, y no es cuestión de genética, el estilo de vida y la alimentación juegan un papel fundamental. Lo interesante es que, en esencia, sus habitantes llevan vidas que podríamos considerar simples, con dietas basadas en alimentos naturales y un fuerte sentido de propósito y comunidad.

Okinawa, Japón: Los habitantes de Okinawa tienen una de las mayores esperanzas de vida del mundo gracias a una dieta baja en calorías y rica en vegetales, soja y pescado. También practican el "ikigai", lo cual es tener un propósito de vida, y el "moai", que implica relaciones sociales cercanas.

Nicoya, Costa Rica: La dieta en Nicoya está basada en alimentos locales como maíz, frijoles y frutas tropicales. La vida al aire libre y la actividad física diaria, combinadas con un fuerte sentido de comunidad, contribuyen a la longevidad de sus habitantes.

Icaria, Grecia: Esta isla mediterránea destaca por su dieta tradicional rica en aceite de oliva, legumbres, pescado y vino. Combinado con su geografía montañosa, fomenta un estilo de vida activo.

Loma Linda, California: Los residentes de esta comunidad adventista del Séptimo Día practican una dieta vegetariana y mantienen un fuerte sentido espiritual. Algunos de sus residentes viven 10 años más sanos que el estadounidense promedio.

Barbagia, Cerdeña: Aquí los hombres tienen una vida excepcionalmente larga. La actividad física constante y una dieta rica en productos locales como la leche de cabra y la cebada son claves para su salud.

Todos estos lugares tienen algo en común: sus habitantes viven de manera similar a como lo hacían nuestros abuelos. Su alimentación está libre de productos procesados, se basa en ingredientes locales y frescos. Además, están en constante movimiento y priorizan la actividad física. Quizás el secreto para una vida larga y saludable esté en retomar esos hábitos que hemos dejado de lado en la modernidad: comer de manera más natural, movernos más y pasar menos tiempo frente a pantallas.