El exterior no es lo importante, después de todo. O a lo mejor sí si queremos reconocer las bananas más maduras para recibir todos los beneficios que tiene para el cuerpo. Aunque no son las favoritas de muchos, es ampliamente recomendado consumirlas en su estado más maduro.

Galletas saludables de banana con tan solo dos ingredientes: sin harinas, manteca ni azúcar

La grieta es clara entre bananas verdes y bananas maduras. Es que el color oscuro de estas últimas tiende a hacerle una mala fama injustificada. Es importante conocer cuál es la diferencia entre una y otra al momento de elegir a conciencia cuál se adecúa más a nuestras necesidades alimenticias.

¿Bananas verdes o bananas maduras?

El punto de maduración que esté atravesando una fruta condicionará su composición. Los procesos químicos que se producen en el camino a la descomposición de la fruta tienen diferentes efectos sobre nuestro cuerpo y sobre nuestra salud. Por eso no produce las mismas consecuencias una banana madura que una totalmente amarilla.

Las bananas recién cortadas tienen una mayor cantidad de almidón, menos proporción de azúcar y produce una absorción más lenta de hidratos de carbono. Las maduras, por el contrario, tienen menor cantidad de almidón y más de azúcar, por lo que no suelen ser recomendadas para personas diabéticas. Además, los hidratos de carbono se absorben más rápido.

Para preparar licuados, batidos, postres y snacks son recomendadas las frutas que ya pasaron algunos días lejos de la planta. Además utilizarlas en diferentes preparaciones permite disimular el color que puede resultar desagradable para los niños.

También hay una diferencia en cuanto al momento en que se comen. Las menos maduras son buenas para antes de hacer ejercicio y, las más maduras, para recuperar energías luego de haber realizado actividad física intensa. Estas últimas también se digieran más rápido, pero tienen menos minerales y vitaminas que las primeras.