Las personas que hacen dieta y ejercicio pierden más grasa que las que sólo hacen dieta y que las que sólo hacen actividad física sin cuida su alimentación. Una vez que se ajusta la dieta a la edad, sexo y actividad diaria surge el interrogante: ¿conviene hacer pesas o cardio para bajar de peso?
Para quemar la grasa localizada en el abdomen, nadie puede refutar que es imprescindible seguir un plan de ejercicios físicos. Ahora, una nueva investigación va por más y define si es más beneficioso seguir una rutina aeróbica o de resistencia.
El hábito de alimentación muy común que arruina la piel y provoca la caída del peloEl estudio fue publicado en el European Heart Journal. Como recopila el sitio Womens Health Mag, participaron 406 adultos con sobrepeso, 53% mujeres, de edades entre 35 y 70 años. Durante un año, distintos grupos siguieron sesiones de fuerza o resistencia, cardio o una combinación de ambos, durante una hora, tres veces por semana. Cada categoría siguió un secuencia de ejercicios específicos. También hubo un grupo designado como control.
El objetivo fue controlar cuatro factores de riesgo: la presión arterial, el índice de colesterol, los niveles de glucosa en ayunas y el porcentaje de grasa corporal.
Resistencia o aeróbicos: qué conviene más
Después del tiempo estipulado, se estableció, tal como recopila la nota de Womens Health Mag, que todos los participantes redujeron entre 100 y 200 calorías más por día durante la mayor parte del estudio.
Además, a lo largo del año, el porcentaje de grasa corporal disminuyó en los tres grupos, en forma significativa. Mientras que respecto a los otros tres factores de riesgo evaluados no tuvieron un cambio significativo en ninguno de los participantes.
El grupo de cardio experimentó una disminución en la circunferencia de la cintura de 1,9 centímetro, al igual que el grupo de combinación (2,2 cm), pero la masa corporal magra solo aumentó en el grupo de resistencia, en 1,2 kg. Además, a quienes se les asignó un entrenamiento de fuerza tuvieron mayor gasto calórico.
La conclusión, entonces, es que el entrenamiento de fuerza lleva a aumentar la masa muscular. Además, tiende a aumentar la tasa metabólica en reposo, es decir, la cantidad de calorías quemadas sin hacer esfuerzo físico.
Con lo cual, cuando el objetivo es bajar grasas, se recomienda realizar un entrenamiento de resistencia, aún si ya se están realizando ejercicios cardiovasculares.
Cuatro ejercicios de fuerza para comenzar
Para comenzar un plan de entrenamiento de fuerzas que abarque todo el cuerpo, el médico experto en longevidad Peter Attia brinda las siguientes recomendaciones.
Peso muerto
La persona debe estar de pie y sostener una barra con una ligera flexión de las rodillas y la columna en posición neutra.
Sentadillas
La secuencia incluye bajar la cadera desde una posición de pie y luego levantarse.
Press de hombros
Con los brazos flexionados, las mancuernas a la altura de los hombros y las palmas de las manos cerradas, mirando hacia adelante; levantar lentamente la pesa por encima de la cabeza y volver a la posición inicial.
Paseo del granjero
La idea es llevar una carga de un lado a otro. Así se logra un entrenamiento completo. Es importante destacar que estas sugerencias son orientativas. En caso de una situación puntual de salud, la recomendación es consultar a un especialista.