La danza contemporánea se adueña hoy a las 21 del escenario, en el teatro municipal Rosita Ávila (Las Piedras 1.550) con el estreno de “Mal tiempo”, dirigida por Melina Martínez.
“La obra es producto del Laboratorio de Composición Coreográfica que comenzó en abril en el teatro Rosita Ávila. Gracias a la convocatoria de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, presenté este proyecto. Para conformar el elenco se seleccionaron 10 bailarines, la mayoría de ellos egresados o estudiantes avanzados de la carrera de Danza Contemporánea de la Facultad de Artes”, responde Martínez acerca de cómo se gestó el grupo.
“Después de tres meses de investigación y montaje de obra ya tenemos nuestra primera producción para presentar. La visión que tenemos a futuro de este proyecto es poder constituir una cooperativa cultural de danza, que tenga una continuidad de trabajo y de esta forma poder incluirnos en las industrias culturales creativas”, agrega acerca del proyecto.
- ¿Quiénes intervienen?
- Me acompañan Guadalupe Wara Tejerina, Magdalena Zerpa, Laura Carrasco, Antonella Fanjul, María Agostina Jiménez, Daniela Maza, Sofía González, Rafael Segovia y Pablo Vignoli. Asistente de dirección es Laura Carrasco y en fotografía está Belinda Quinteros.
- ¿El género que abordan es danza contemporánea o danza teatro?
- Es difícil de definirlo en el siglo de los híbridos... Las categorías tradicionales fueron mutando y en el género danza no puedo clasificar la obra como “danza contemporánea” o “danza teatro” ya que utilizamos técnicas y métodos compositivos que se fueron mixturando con el paso del tiempo. La danza contemporánea está en constante transformación; no es lo mismo la coreografía de los 90 y 2000 que la de hoy. Por suerte la danza actual celebra la diversidad, la inclusión, reivindica el territorio, las diferentes culturas, edades, habilidades; nos interpela a descubrir y resaltar cuáles son nuestras riquezas artísticas. En este caso nosotros utilizamos el texto del dramaturgo Alejandro Robino, “Instrucciones para capear el mal tiempo” (de ahí el nombre de la obra), que nos sirvió como disparador para la creación.
- ¿Cómo se estructura?
- La estructura es no lineal, no es literal como lo que dice el texto, transformamos las palabras en movimiento, pero respetamos el espíritu y la energía que el autor propone. La narrativa es conceptual, al igual que la música.
- ¿Cuál es su búsqueda?
- Lo que buscamos con esta puesta en escena es la capacidad de emocionarnos sin superficialidades y con la simpleza de recursos que tiene el bailarín, el cuerpo y la energía, para transformarla en riqueza escénica.
- ¿Cómo describís la obra?
- Consideramos que “Mal tiempo” es una poderosa denuncia poética danzada, que emerge de una generación exhausta y bombardeada por la sobrecarga de estímulos negativos. A través de un lenguaje conceptual y profundo, la obra nos invita a sumergirnos en la contemporaneidad, expresando la sofocante sensación de vivir en un entorno hostil que busca silenciar nuestras voces. Los cuerpos danzantes se transforman en vehículos de protesta, conmoción y emoción, encontrando en la danza un medio de existencia y resistencia en medio del “Mal tiempo”.