La investigación sobre la desaparición de Luján Nieva, la niña de 11 años de Río Seco, avanza con nuevos y perturbadores hallazgos. En la casa de Walter Mateo Córdoba, principal sospechoso del caso, las autoridades encontraron manchas de sangre en una pila de ladrillos, lo que refuerza la teoría de que la pequeña podría haber sido asesinada con un golpe en la cabeza.

El descubrimiento coincide con la versión que circula en el pueblo de que Córdoba habría intentado justificar la muerte de la niña como un accidente, ocurrido mientras manipulaba ladrillos. Sin embargo, la sangre encontrada sugiere una escena más violenta, que podría incriminar aún más al sospechoso.

Otro dato clave en la investigación es que, tras el presunto asesinato, Córdoba habría intentado incinerar el cuerpo de la niña, envuelto en un colchón, en una habitación en construcción en el fondo de su vivienda. 

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Esta acción, corroborada por testimonios de vecinos que vieron humo en un horario inusual, podría ser interpretada como un intento desesperado por borrar evidencias.

LA GACETA / OSVALDO RIPOLL

El fiscal a cargo, Alejandra García, trabaja contra el reloj para reunir todas las pruebas necesarias antes de la audiencia de formalización de cargos, que debe realizarse antes de mañana al mediodía. Aunque aún falta confirmar si los restos hallados en la vivienda pertenecen a Luján mediante pruebas de ADN, los indicios señalan un trágico desenlace.

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Por el momento, no se ha encontrado evidencia que sugiera la participación de otras personas en el crimen. Sin embargo, la fiscalía sigue investigando el posible móvil, que podría estar relacionado con un abuso sexual o con conflictos familiares previos entre el acusado y la familia de Luján.