La comunidad de Río Seco está sumida en la tristeza y la incredulidad tras la desaparición de Luján, una niña de 11 años, y el posterior hallazgo de restos que podrían pertenecerle. En este contexto, la escuela primaria Manuel Quintana, donde la pequeña cursaba cuarto grado, quedó prácticamente vacía, con solo una decena de alumnos presentes, a pesar de que no se había decretado asueto oficial.

Miriam Ríos, docente y tutora de cuarto B, donde estudiaba Luján, expresó su profundo dolor ante LA GACETA. “Estamos todas destruidas, no solo yo, sino todas las docentes de la escuela. Ayer, cuando empezaron a correr los rumores de lo que había pasado, me quebré tanto que no pude contener las lágrimas. Hoy sigo igual, esto es impensado, nunca nos había sucedido algo así, ni en la escuela ni en el pueblo”, comentó, visiblemente emocionada.

Una comunidad en shock

Ríos describió a Luján como una niña alegre, que jugaba con sus compañeras y nunca mostró signos de problemas en su comportamiento. “Era una niña como cualquier otra, siempre jugaba con sus amigas, y nunca noté nada raro en ella. Estamos todos conmocionados”, afirmó la docente.

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La noticia de la desaparición llegó rápidamente a oídos de la comunidad, y fue ese mismo domingo cuando Ríos se enteró y decidió acercarse a la casa de la familia para ofrecer su apoyo. “Fui a la casa esa misma noche para hablar con los papás, pero ya no los encontré, solo me atendió una tía. Me puse a disposición de ellos, pero es un dolor que no se puede explicar”, recordó.

Aulas vacías y miedo en el pueblo

Aunque no se decretó asueto oficial, el impacto emocional es evidente en la escuela. “Hoy en teoría había clases normales, pero la mayoría de los padres no mandó a sus hijos. Solo tenemos alrededor de 10 alumnos presentes. Todos estamos pasando este dolor de la misma manera”, explicó Ríos.

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El miedo también se instaló en la comunidad educativa. Ríos comentó que hay mucha preocupación entre los padres y docentes sobre lo que podría haber pasado y cómo prevenir futuros incidentes. “La verdad es que pedimos y rogamos a Dios que nada de lo que se dice sea cierto, que Luján aparezca con vida. Todos deseamos lo mismo”, expresó con esperanza.

La investigación y el avance de la justicia

Mientras tanto, las investigaciones continúan. La justicia está allanando nuevamente el domicilio del principal sospechoso, Walter Mateo Córdoba, ex pareja de la hermana de Luján. Según fuentes cercanas al caso, además de restos óseos, se habrían encontrado restos de órganos en un contenedor de basura, los cuales están siendo analizados para determinar si pertenecen a la niña.

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La conmoción se refleja en las calles y en las pocas aulas ocupadas de la escuela Manuel Quintana. “Luján era una buena alumna, muy alta para su edad. Este dolor es compartido por todos, no solo en la escuela, sino en todo el pueblo. Nunca pasó algo así aquí”, concluyó Ríos, con la voz quebrada por la tristeza.