Nuestra piel es la forma más visible de registrar el paso del tiempo, pero sus cambios no parecieran afectar a la salud de nuestro cuerpo como si podrían hacerlo la presión alta o algún otro tipo de problema cardiovascular. Las afecciones de este órgano parecieran ser inofensivos para el bienestar de nuestro organismo, pero lo cierto es que la piel puede determinar incluso nuestra expectativa de vida.

Cuáles son las claves y secretos para cuidar la piel

Si hay un componente de nuestro cuerpo que puede revelarnos claramente los signos del paso del tiempo, esa es la piel. Este órgano es capaz de revelar los cambios sucedidos en nuestro cuerpo como efecto del envejecimiento, aunque los padecimientos que puedan sufrirse en ella no parecieran ser significativos para la salud. Una comezón en las manos por resecamiento en el invierno podría ser difícil de considerar como un mal mayor, pero resulta que nuestra piel es mucho más determinante de nuestro bienestar de lo que creemos.

El rol clave de la piel en la salud y el envejecimiento

Uno podría pensar que una deshidratación de la piel no es más que eso, una molesta condición que no supone un tratamiento más urgente como sí podría serlo la hipertensión. Sin embargo, una gran cantidad de evidencia ha demostrado que el daño en nuestra piel puede tener consecuencias en el resto de nuestro cuerpo, llevando incluso a la inflamación, la pérdida osea y muscular así como incluso el deterioro cognitivo.

Cuanto más deteriorada se encuentra nuestra piel, mayor es el envejecimiento prematuro. En este panorama es que la piel contribuye al deterioro impulsado por el paso del tiempo. Una de las afecciones en nuestra piel que cumple un rol fundamental en el deterioro de la salud integral es la inflamación.

La inflamación en la piel juega un rol clave en el envejecimiento. Por alrededor de dos décadas, investigadores han explorado un fenómeno llamado “inflammaging”. En el caso de adultos mayores, su sangre constantemente presenta elevados niveles de citocinas comparados con personas más jóvenes. Esta continua aunque leve inflamación ha sido relacionada con una gran cantidad de condiciones en la edad más adulta como la demencia, la artritis y la diabetes tipo dos.

¿De qué manera la inflamación influye en nuestra salud según esta investigación?

Estas citocinas son las encargadas de dañar la piel. Para demostrar esto, Theodora Mauro, profesional de la Universidad de California  junto a su equipo de investigadores llevaron a cabo un estudio en la Universidad Médica del Sur en Guangzhou, China. En 2017, alteraron los compuestos de la piel de ratones al colocar cinta de celofán y luego quitándola de la piel de estos. Los estudiosos descubrieron que tres horas después, los genes que codificaban las citocinas se expresaban más en la piel y los niveles de este compuesto en la sangre aumentaron. Sin embargo, cuando el equipo recuperó la barrera de la piel aplicando glicerol, los niveles de citocina volvieron a ser los regulares.

Los investigadores descubrieron que traducido a las personas, aquellas que demostraban niveles bajos de agua en el estrato córneo de la piel, la parte más exterior de la epidermis, tenían mayores posibilidades de presentar estos niveles de citocinas dañinas en la sangre. Estos compuestos son fundamentales en los procesos de inflamación, padecimiento que a la vez puede afectar al sistema inmune, lo que pronto dispone a enfermedades de mayor gravedad.