En una audiencia que se realizó el lunes, Alexis Eugenio “Chueco” Ronveaux, de 27 años, y Nelson José “Negrito Fiki” Basualdo, de 38 años, fueron acusados por el doble crimen de San Cayetano en el que fueron asesinados José María Altamirano y su hijo Santiago Ramiro Altamirano. El hecho ocurrió el 22 de agosto. Además se les dictó la prisión preventiva por tres meses.

En el caso interviene la Fiscalía de Homicidios I, a cargo de Pedro León Gallo. Según la acusación el jueves 22 de agosto, a las 22 horas, las víctimas José María Altamirano, de 38 años y Santiago Ramiro Altamirano, de 19, circulaban en una motocicleta Honda CG 125 cc cuando al pasar por calle Anselmo Rojo al 400, del barrio San Cayetano, tuvieron una discusión con Basualdo, Ronveaux y otros sujetos.

En ese contexto -sostiene la teoría fiscal- Basualdo extrajo un arma de fuego, calibre 22, desde su vivienda ubicada en el mencionado lugar y se la entregó a Ronveaux, el cual con el claro propósito de ocasionarles la muerte efectuó varios disparos en contra de las víctimas, recibiendo José María 11 impactos (en tórax y miembros superiores e inferiores), que le produjeron el fallecimiento, pero fundamentalmente una herida a la altura del corazón.

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Su hijo, en tanto, recibió 16 impactos (en hemitórax derecho y brazo de derecho) que le ocasionaron serias lesiones en los pulmones, el corazón y el hígado, provocándole la muerte. Finalmente, los atacantes se dieron a la fuga a bordo de un automóvil Fiat Argo.

En la audiencia de ayer, Gallo presentó el caso y solicitó imputar a Basualdo y Ronveaux por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. A su vez, pidió que se les ordene la máxima cautelar, la prisión preventiva por el plazo de cuatro meses para continuar con las medidas pendientes de la investigación. El juez interviniente concedió la preventiva, pero estimó que 90 días serían suficientes por el momento.

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